El consistorio madrileño representa gran parte de esa tarta ya que tiene una factura impagada de 1.035 millones. De este total, 920 corresponden a la deuda comercial del Ayuntamiento y el resto a las empresas públicas. El de Barcelona le supera en cifra, con una deuda de 1.147 millones, aunque no va a acogerse al plan del Gobierno porque aseguran que tiene liquidez para afrontarlo. La telaraña se extiende hasta Andalucía donde Jerez de la Frontera se corona como el consistorio más moroso del sur ya que adeuda 400 millones, le sigue Jaén, con impagos de 297 o Sevilla que tiene que abonar 52 millones. La deuda de otros ayuntamientos es más reducida, como por ejemplo el de Salamanca que debe 17 millones o  Soria y Ciudad Real que acumulan facturas por valor de 10 millones de euros. Otros consistorios son más afortunados, Málaga, Pontevedra, Segovia y Valladolid siguen el camino de Barcelona y no se sumarán al plan,  unos porque ya han adelantado el pago a sus proveedores ampliando su tesorería y otros porque no tienen facturas pendientes al cierre del año.