Esta contracción trimestral es una décima más pronunciada que la experimentada tanto en el último trimestre de 2011 como en el primer trimestre de 2012. Entonces, la economía española entraba en recesión técnica tras registrar dos trimestres de crecimiento negativo. Por su parte, la caída interanual de nuestro Producto Interior Bruto entre abril y junio es seis décimas más acusada que la registrada en el primer semestre del año, cuando la economía retrocedía un 0,4%. En este caso, el PIB suma dos trimestres de retrocesos en tasa interanual.

Según el Instituto Nacional de Estadística, esta doble contracción se debe a una aportación más negativa de la demanda nacional y al frenazo de consumo de empresas y familias. Por el contrario, la demanda exterior ha servido de refugio y ha compensado “parcialmente” el consumo y la inversión.

Estos datos de Estadística coinciden con los difundidos por el Banco de España en su boletín económico de julio y agosto. En dicho documento, la institución gobernada por Luis María Linde afirmaba que la economía española se ha visto “fuertemente afectada” en los últimos meses por el recrudecimiento de las tensiones financieras en la zona euro.