Rajoy hizo esta confesión durante una reunión a puerta cerrada con los integrantes del Grupo Parlamentario Popular en la Cámara Alta, donde repasó las reformas económicas que ha puesto en marcha el Gobierno en su primer año y medio de mandato y recalcó que es necesario continuar por la misma senda.
Fuentes presentes en la reunión explicaron a Servimedia que, al final de su intervención, Rajoy comentó el problema planteado por las comunidades autónomas a la hora de cumplir el objetivo de déficit del 1,2% que el Ejecutivo planteó en sus previsiones para este ejercicio.
Reconoció que cada una de ellas tiene un planteamiento diferente sobre el objetivo de déficit y lo defiende con argumentos que son perfectamente entendibles pero que resultan imposibles de conciliar. "Tienen intereses distintos que son buenos y válidos pero son incompatibles", remachó.
Hace una semana, el propio Rajoy reunió a sus barones autonómicos en la sede del PP para tratar de ponerlos de acuerdo pero, ante la imposibilidad, concedió un mes plazo extra de un mes para tratar de resolver las diferentes de criterio entre todas las comunidades.
El jefe del Ejecutivo dedicó la mayor parte de su discurso en el Senado a repasar las reformas que ha aplicado el Gobierno en su primer año y medio de mandato. Apuntó que algunas de ellas han comenzado a mostrar sus frutos, mientras que otras necesitarán más tiempo para demostrar que la senda de reformas que está siguiendo es la correcta.
Presumió de haber conseguido el rescate de la Unión Europea que hace menos de un año parecía inevitable y, como ejemplo, señaló que antes en Bruselas "se hablaba de los castañazos que nos iban a dar" mientras que ahora el debate se centra en crear empleo juvenil y facilitar que fluya el crédito.
PACTOS CON EL PSOE
Además, destacó que las medidas adoptadas en el último año han servido para que España recupere la credibilidad y para que la UE haya concedido ahora dos años más de margen para reducir el déficit público. Afirmó que esa ampliación del plazo es "a cambio de nada", porque no implica nuevos recortes.
Rajoy se comprometió a continuar con las reformas y las medidas de ajuste "independientemente" de lo que haga y diga Bruselas y subrayó que la bajada del paro en más de 98.000 personas durante el mes de mayo pone de manifiesto que su política es la correcta para salir de la crisis.
Asimismo, el presidente del Gobierno criticó que el PSOE hable ahora de un gran pacto de estado entre las dos principales formaciones políticas pero, a cambio, exija la retirada de la reforma laboral que se aprobó en febrero de 2012 y de la nueva ley educativa que se está tramitando.
Rajoy señaló que en España sólo ha habido dos reformas educativas en toda la democracia, "la de Franco y la del PSOE" de Rubalcaba. También denunció que el ahora líder de la oposición pide un consenso entre los dos grandes partidos pero él no ha votado "ninguna ley" del Gobierno en todos estos meses.
Su mayor crítica al PSOE se centró en el hecho de que Rubalcaba lleve varias semanas proponiendo un gran pacto al Partido Popular pero todavía no haya concretado en qué consistiría, por lo que aseguró que esa oferta está vacía de contenido.
