Un GP blindado

 

El espectáculo del motociclismo llega a Estados Unidos en una semana muy complicada. El atentado sufrido el pasado lunes en la Marathon de Boston y el accidente en la planta química de Dallas acontecido ayer mismo hace que todas las banderas del circuito de Austin ondeen a media hasta. Los pilotos de MotoGP ya se encuentran en el circuito norteamericano, que se estrena este año en el mundial de motociclismo, y que estará inmerso en unas medidas de seguridad excepcionales. Durante estos días el trazado de Austin se ha convertido en un autentico fortín. Según ha explicado el jefe de seguridad del circuito se seguirá el mismo protocolo de actuación que en el Gran Premio de Formula Uno, pero aumentadas por lo ocurrido en Boston.

 

Por ello, están completamente seguros de que no ocurrirá ningún tipo de imprevisto en el circuito. Eso sí, algunos pilotos y mecánicos han sufrido retrasos en sus traslados, por lo que el montaje de boxes ha tenido en acelerarse en las últimas horas. Se trata de un trazado novedoso para la gran mayoría de pilotos, ya que ninguno ha realizado ninguna carrera oficial en él, y muy pocos han podido rodar en los test que se realizaron. Además, a estas horas aun no se conoce el homenaje que se rendirá a las víctimas del atentado de Boston, pero lo más probable que sea un minuto de silencio antes de la carrera.