El adiós de Berlusconi podría estar envenenado

Los mercados celebran con subidas el anuncio de Il Cavaliere de que se marcha -al comprobar que cuenta con los apoyos justos entre los parlamentarios italianos- aunque lo hará cuando las reformas económicas pedidas por Bruselas estén en marcha.

El todavía Primer Ministro está dispuesto a sacrificarse políticamente por el país, y a adoptar la difícil tarea de llevar a cabo los duros recortes que exigen los socios comunitarios. Un ejercicio de lealtad institucional y patriotismo que, cuando vienen de políticos como Berlusconi, conviene tomar con pinzas. Conociendo la habilidad del Primer Ministro para sacar provecho de las situaciones más difíciles, no sería extraño que esto sea una patada hacia adelante.

Il Cavaliere tiene por delante todavía varias semanas hasta convocar elecciones anticipadas. Él marca los tiempos, y en ese lapso temporal todavía tiene margen de maniobra para buscar apoyos y volver a presentarse a unos comicios con posibilidades de ganar. No olvidemos que los mercados no apoyan a Berlusconi, pero sí los italianos que pese a los dislates cometidos le siguen votando elección tras elección.