¿Fin de los estímulos?

Empieza, por tanto, a terminarse la tregua en los mercados de deuda que, al igual que el resto del mercado, permanece a la espera de lo que suceda el jueves con el discurso de Bernanke. Una comparecencia, la última antes del verano, en la que el presidente de la FED nos dará nuevas pistas sobre los planes para una hipotética retirada de la QE3, algo que trae de cabeza a los inversores tal y como hemos venido viendo. Un Bernanke, por cierto, que tiene cada vez más pies fuera de la FED cuando acabe su mandato en septiembre. Hace un par de horas ha hablado sobre este tema Barak Obama, y asegura que Bernanke ha estado demasiado tiempo en supuesto.

Así que por mucho que le pese al Gobierno de Rajoy, con Guindos y Montoro a la cabeza, la tranquilidad para el reino de España no depende sólo de lo que haga el Gobierno. Un Ejecutivo sobre el que cada vez hay más miradas puestas, para que no ceje en su empeño reformista. Los dos últimos tirones de orejas le han llegado desde la Comisión Europea, pero también desde el BBVA.

Veremos si hoy recoge el guante aquí en Santander Luis de Guindos, que tiene el listón alto sobre  previsiones económicas… Vimos ayer a un Cristóbal Montoro muy optimista, convencido en las señales positivas de nuestra economía, y no sé yo, si demasiado subido de Ego.

Y átense los machos, porque aquellos que piensan que los bancos ya están en fase de solución, pueden darse de bruces con la realidad. Fitch alerta de que en China se puede sobrevenir una crisis bancaria antes de lo que pensamos. Empieza, dice la agencia, ha haber una cierta falta de liquidez, que es un síntoma claro de que algo ha fallado en relación con los préstamos bancarios que se han otorgado en los últimos años en el país.