Europánico

Amanecemos pendientes de los mercados, tras el nuevo lunes negro que vivimos ayer. Un desplome en las bolsas europeas que, en el caso de la española era del 2.76% y que nos sitúa en niveles no conocidos desde hace nueve años. Y ojo, porque la situación puede ser todavía peor. El Banco de España ha certificado la entrada, de nuevo, en recesión y Eurostat las cifras de déficit del 8,5%, a lo que hay que unir la incertidumbre abierta en Francia y Holanda sobre el futuro de la austeridad.

Todo un coctel explosivo que debería hacer reflexionar al Gobierno en su estrategia política. Por un lado debe continuar con los recortes que lleven a la consolidación fiscal. Pero por el otro debe empezar a acometer reformas estructurales que dinamicen la economía: se impone solventar la reforma financiera, lograr que el crédito vuelva a circular, así como dar seguridad jurídica en el sector eléctrico. Todo ello sin olvidar la famosa Ley de Emprendedores, que debía estar lista en el primer trimestre del año.

Pero no sólo el Gobierno debe reflexionar. Angela Merkel debe tener cuidado con la cuerda de la austeridad que lleva tensando desde 2007. Está al borde de la ruptura, y esto puede tener consecuencias irreparables para el conjunto de la Eurozona. Es cierto que a Alemania le van relativamente bien las cosas, pero sus exportaciones empiezan a ralentizarse como consecuencia del parón Europeo. La canciller debe soltar la cuerda, y permitir al Banco Central que actúe para frenar los desequilibrios que fomentan la inestabilidad, alejando así el fantasma de la intervención que azota cada vez a más países, ampliando ya el concepto de periférico a Francia.