El exterior sigue salvando a España

Un trabajo que está valorado en unos 5.900 millones de euros, y que forma parte de un gigantesco proyecto para el desarrollo del transporte público en la región, donde participan también otros dos consorcios: Bechtel, un gigante de la construcción estadounidense y el grupo italiano Ansaldo STS. Buenas noticias para la compañía de Esther Koplowitz, que llegan a una semana de conocer las cuentas de la constructora que no se prevén demasiado positivas. De hecho, según la propia compañía, para este 2013 estima unos números negativos 289 millones de euros por la caída de la filial austríaca Alpine, cuya deuda asciende a 625 millones de euros.

Tenemos que mirar también a los mercados. A esta hora vemos cómo la bolsa de Tokyo ha caído por debajo de los 14.000 puntos por primera vez desde hace casi un mes. De hecho, hemos visto cómo los 33 sectores del parqué tokiota registran números rojos, liderados por los de financiación del consumidor y los fabricantes de neumáticos. Veremos cómo influyen las palabras del gobernador Kuroda, que tiene previsto hablar en el día de hoy, y la lectura de los nuevos planes del Gobierno de Shinzo Abe. Al parecer, el Ejecutivo podría estar analizando una subida impositiva de cara al mes de octubre, con el objetivo de incrementar los ingresos del Gobierno nipón.

Buena parte de la atención de este lunes se centra también en Santiago de Compostela. Allí el juez ha decretado la libertad con cargos para el maquinista del tren siniestrado en Santiago de Compostela. Está acusado de 79 homicidios por imprudencia y pluralidad de delitos de lesiones, al reconocer ante el magistrado que cuando tuvo el accidente, el tren doblaba la velocidad permitida. Sin embargo, el propio juez reconoce que hay que esperar a los resultados de las investigaciones, para conocer todos los elementos que pudieron  influir en el accidente. Algo en lo que también coincide el presidente de Adif, Gonzalo Ferre, quien también ha lanzado balones fuera sobre la posibilidad de que este siniestro pueda ser un traspié en la internacionalización de la Alta Velocidad Española