Preparar la cartera

Ha sido durante el discurso de la Unión en la Cámara de Representantes, donde ha propuesto apostar por la inversión en infraestructuras, ayudas para estudiantes, premios para empresas tecnológicas y ayudas para quienes vuelvan a Estados Unidos.

Un programa claro y sencillo en el plano económico el que ha presentado el Presidente de Estados Unidos que, sin embargo, reconoce habrá que bajar a medio plazo el gasto en pensiones o sanidad para cuadrar las cuentas. Y ése es el auténtico dolor de cabeza de un Gobierno, que ve cómo –demócratas y republicanos- son incapaces de ponerse de acuerdo sobre el Presupuesto Anual ni en el techo de gasto del país. Una situación de bloqueo que mantiene al país en la incertidumbre en un momento clave, con un desempleo del 8% y un lánguido crecimiento del 2%… Por lo que el Presidente quiere, con estas propuestas, impulsar un acuerdo entre las partes para poder empezar a corregir el rumbo de la Economía.

Un Gobierno inteligente que tenga prioridades. Frase importante, que debería aplicarse en España el Ejecutivo de Mariano Rajoy que últimamente está un poco descentrado. Inversores internaciones temen que pueda centrarse más en despejar dudas sobre corrupción que en las reformas que necesita el país, y son muchas. De ahí que deba volver a centrar la pelota, y dejar de gobernar a golpe de titular de portada como viene haciendo en los últimos días. Primero la presión lleva al PP a despedir a Jesús Sepúlveda, marido de Ana Mato, cuando no lo tenían en mente. Y ahora cambian de opinión, y donde dije digo Diego. Nueva reforma de la Ley de Justicia para rebajar las tasas, y en el Congreso donde era NO a la iniciativa ciudadana sobre los desahucios, ahora es un sí torticero, porque todos sabemos que su aceptación a trámite no implica su inclusión en la norma.

Cambios de rumbo nada positivos para un Gobierno que parece correr como pollo sin cabeza, que espantan a los inversores internacionales. Y eso que ayer el Ejecutivo de Rajoy recibía un gran respaldo a sus medidas. Mario Draghi bendecía la situación del país, dice ver la salida a la crisis a finales de este año, y anima  a seguir haciendo reformas. Eso sí, animando también a un verdadero plan fiscal de cara a los próximos años que –implícitamente- subiría los impuestos. Algo que contrasta con la actitud de Cristóbal Montoro pidiendo, horas antes, perdón por tener que subirlo. ¿Será coincidencia? No lo sé. Ustedes, por si acaso, preparen la cartera.