El rescate moral

Entre las acepciones de la palabra moral está, por una parte, la ciencia que trata de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia; y, por otra, estado de ánimo individual o colectivo. En relación con el deporte, “espíritu o confianza en la victoria”.

A esta última acepción se refería Rajoy. Al estado de ánimo como consecuencia de una victoria deportiva. Aunque todos los días leamos y oigamos derrotas en tantos temas. Y, en todos los titulares, el mismo. El rescate y sus consecuencias.

 

Pero, con independencia de rescates económicos, España necesita un rescate moral. En el sentido moral de la palabra, si se puede decir así. Rescate desde nuestro interior colectivo a. nuestro interior personal. Estamos asistiendo, por abajo, a un momento de desanimo y pérdida de confianza en el que todos estamos exteriorizando los problemas. La causa de todos los males la tienen los demás. Los políticos, los banqueros, los jueces, y los otro… y los otros. Y, por arriba, hacen falta liderazgos políticos de peso que se dejen del “yo” y del “cuidado, cuidado”.Hace falta sentido común y sensatez…Sobran los mensajes con formato de mitin propio de campañas electorales y faltan palabras con vocación de serenar y convencer. Hace falta solidaridad política. Y sobre todo se necesita el mensaje de un Presidente de Gobierno que de explicaciones claras de lo que se está haciendo y que llame a las cosas por su nombre.

 

En un reciente artículo, el controvertido Paul Krugman, además de pontificar sobre todo, como siempre, reproduce unas declaraciones interesantes de Jörg Asmussen, el representante alemán en el Banco Central Europeo. Se refería a Letonia como país que parece que está respondiendo a las políticas de austeridad. Literalmente, Asmussen decía: “La diferencia esencial entre, por ejemplo, Letonia y Grecia, radica en el grado de apropiación nacional del programa de ajuste, no solo de los responsables políticos, sino también de la propia población”. Ya sabemos que Letonia es un caso distinto. Que es un pequeño país que está en la Unión Europea y que no pertenece a la zona euro. Pero nos vale el concepto.

 

Apropiación nacional del problema por parte de la población. ¿Se puede conseguir algo así en España?