Se trata de considerar la oportunidad  de gobiernos de tecnócratas cuando parece que están fracasando los gobiernos de los políticos.

Hay una lectura positiva mediante la cual se considera que  ante  la debacle existente en las políticas de algunos gobiernos, es necesario llamar a “ los que  saben”..Se da por supuesto que no hay políticos preparados para afrontar la situación actual  y que es necesario recurrir  a los técnicos para que aporten soluciones.. Esta idea está amparada por la desconfianza de los ciudadanos ante sus políticos y ante el descrédito de las políticas empleadas.

Pero desde otro punto de vista, los criterios tecnocráticos impuestos “desde  arriba”, condicionan y pervierten la adopción de soluciones políticas. De hecho estos criterios están alterando y sustituyendo situaciones políticas por caminos que no son los estrictamente democráticos.

En aras de la  libertad económica se está minando la autoridad y la legitimidad  política . Las indicaciones de las autoridades monetarias supranacionales generan situaciones internas que se van pareciendo a los pronunciamientos que tanto se llevaban en el siglo X IX. Las situaciones de urgencia obligan a decisiones que, aunque vestidas de consenso, no son reflejo de verdaderos acuerdos políticos. Y los respaldos parlamentarios son tan excepcionales como excepcionales son las causas que los provocan.

No es lo mismo acuerdos políticos basados en la adopción de criterios técnicos que la sustitución de la política por la técnica.. Ni es lo mismo la caída de gobiernos en el campo electoral como consecuencia de sus fracasos que la irrupción  en los despachos presidenciales  con criterios que rondan la expropiación forzosa. Cuidemos las formas para evitar que la crisis económica derive en crisis política que, a su vez, agrave aun mas la existente.

Y cuidemos la calidad de los políticos a traves de una vía clara, aunque  pequeña y estrecha. La ranura por la que un voto se introduce en una urna.

José Antonio Saldaña Peña