Rajoy agacha la cabeza y reconoce que España incumplió el objetivo de déficit

El presidente del Gobierno en funciones aseguraba esta mañana que 2015 cerró con un 4,5%, tres décimas por encima de lo pactado

Si monta un circo le crecen los enanos. Tal dicho popular refleja lo que está padeciendo el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, durante las últimas tres semanas. A los casos de corrupción de Valencia y Madrid se suman las malas noticias en el ámbito económico.

Además de los 57.247 parados más en Enero, Rajoy ha tenido que reconocer esta mañana que se ha incumplido con el objetivo de déficit para 2015. Así el año pasado se habría cerrado con un negativo del 4,5 por ciento, tres décimas por encima del objetivo del 4,2 por ciento pactado por Bruselas. Y dos más de lo que ya en el mes de octubre aventuró el secretario de Estado y Director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Álvaro Nadal que apuntaba que terminar el ejercicio «décima arriba, décima abajo no va a ser un drama».

En vista de los resultados -negados en reiteradas ocasiones tanto por el ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos, como por su homólogo de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro- Rajoy ha tendrá que agachar la cabeza y, de volver a liderar el Gobierno, pedirá a Bruselas que se haga uso de la «flexibilidad» que permite la normativa europea. Así lo ha explicado tras la reunión que ha mantenido esta mañana con el cabeza de lista de Ciudadanos Albert Rivera y así también se recoge en el primero de los cinco «grandes pactos» que conformarían la hoja de ruta del Gobierno a tres (PP – PSOE – C’s).

Desde el Gobierno se confía en la «inteligencia» y benevolencia de Bruselas  y afirman que “objetivamente pesará más el espectacular ajuste presupuestario que hemos realizado y la correctísisma política fiscal”, con la que se ha conseguido que durante los cuatro años de legislatura de los populares el déficit se halla recortado en 4,6 puntos.

Más reformas

El efecto arrastre de los 3.000 millones de euros de desfase hacen que las cuentas de este año partan con un negativo superior al previsto, lo que implica necesariamente la puesta en marcha de nuevas reformas. Algo que ya advirtió en su momento el comisario de Asuntos Económicos de la Unión Europea, Pierre Moscovici.

De cumplirse las previsiones de Bruselas, España se verá obligada a realizar este año un ajuste total de 9.000 millones de euros para cerrar 2016 con el objetivo del 2,7 por ciento pactado. Para ello se deberán poner en marcha nuevas medidas que incentiven la contratación indefinida y por ende aumenten la recaudación vía cotizaciones sociales.

Sin embargo ésto no será suficiente y, tal y como avanzaban ayer patronal y sindicatos, es muy probable que se deba modificar la Reforma Fiscal de Montoro. Punto este en el que el PP también se aproxima a las posiciones de sus dos posibles aliados para formar Gobierno, al menos si atendemos a la redacción del punto 2.2 del documento de 18 páginas que hoy entregaba a Rivera y que mañana entregará a Sánchez, y en el que se cita textualmente que hay que «avanzar en la definición de un sistema tributario que sea aún más eficiente, que exija más a quién más tiene, y que contribuya más al progreso»

Cabe recordar que entre otras de las concesiones apuntadas por Rajoy en las últimas semanas, está la de la negociar el nuevo modelo de financiación autonómica sobre la base de garantizar financiación suficiente a los servicios públicos básicos (sanidad y educación) sea cual sea la coyuntura económica.

Todo lo anterior sin contar con las recomendaciones que puedan llegar desde Bruselas y que nos saquen del procedimiento de déficit excesivo.