Airbnb ha dado «la bienvenida» a la normativa de alquileres de corta duración anunciada por el Consejo de la Unión Europea este jueves, que consiste en que se facilite la recopilación e intercambio de datos en este tipo de plataformas.
«Para Airbnb, este anuncio supone un paso adelante hacia unas normas más transparentes y armonizadas para los anfitriones de toda la UE», ha dicho la compañía en un comunicado.
Las nuevas reglas, que deben negociarse aún con la Eurocámara, indican que los Estados miembro que requieran datos de las plataformas deberán establecer una ventanilla única nacional para la transmisión de información entre las plataformas de alquiler a corto plazo en línea y las administraciones públicas.
De esta forma, todos los inmuebles que se ofrezcan en alquiler por un número ilimitado de días al año tendrán un número de registro para que las autoridades competentes conozcan la identidad del anfitrión.
Para Airbnb, es un avance legislativo que «ofrece esperanzas a muchos europeos de a pie que se ven excluidos de los beneficios de la posibilidad de ofrecer servicios de alojamiento» a causa de la fragmentación y desproporción de las normativas locales que, según la compañía, están diseñadas en gran medida pensando en los operadores turísticos a gran escala.
GARANTIZAR LA EFICACIA
La plataforma ha planteado una serie de puntos en respuesta al proyecto de propuestas de la UE para «garantizar su eficacia en el marco europeo», como agilizar el intercambio de datos apostando por un portal único para las plataformas a nivel de la UE.
Airbnb ha mostrado su preocupación por el hecho de que la propuesta actual «aumente el riesgo de fragmentación al introducir 27 puntos «únicos» de introducción de datos».
También propone un papel más activo de la Comisión en la evaluación y verificación de la proporcionalidad de los regímenes de registro –para garantizar una mayor uniformidad en la aplicación de las normas de la UE–, y medidas contra las normas desproporcionadas.
En este sentido, sostiene que en algunas regiones como Barcelona y Bruselas «las complejas normas sobre los alojamientos de corta duración restringen la capacidad de los anfitriones para beneficiarse del uso compartido de la vivienda», incluso si comparten habitación privada en su vivienda principal.
Airbnb ha constatado que en la UE hay más de un millón de anfitriones en su plataforma, más que en ninguna otra región del mundo, y casi tres cuartas partes de ellos comparten una sola vivienda.
El anfitrión típico gana «algo más de 3.000 euros, lo que equivale a dos meses de sueldo adicional para el promedio de los hogares de la UE», ha añadido.