La dirección de BBVA ha planteado el despido de 3.798 personas y el cierre de 530 oficinas en un procedimiento que fundamenta en motivos productivos y organizativos derivados de la transformación digital, según fuentes de la negociación consultadas por Europa Press.
Esta primera oferta del plan de ajuste se aplicará concretamente sobre los servicios centrales y la red de sucursales de BBVA S.A., que cuenta con alrededor de 23.300 empleados, quedando fuera el resto de las sociedades de la entidad en España. La afectación final dependerá del empeño y del esfuerzo de la mesa negociadora.
Este excedente, que representa el 16% de la plantilla del banco, afectaría a 3.000 personas de la red de oficinas, lo que supone más de un 21% de las personas que actualmente trabajan en ella, y las 800 restantes de servicios centrales (5% del total actual).
Respecto a la red sucursal, BBVA pretende bajar la persiana en 204 oficinas de Cataluña; en 101 del centro peninsular (Madrid y Castilla-La Mancha); en 76 de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla; en 59 de Galicia, Asturias y Castilla y León; en 41 de País Vasco, Cantabria, Navarra, La Rioja y Aragón; en 35 de Valencia, Baleares y Murcia; y en 14 restantes de Canarias.
CCOO, como sindicato mayoritario en la mesa negociadora, considera que las cifras puestas encima de la mesa por la entidad son un planteamiento de salida «insostenible y escandaloso».
BBVA apoya su decisión en el contexto de profunda transformación para el sector, marcada por una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales.
El banco considera que para garantizar su competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro, resulta «imprescindible» continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir su estructura de costes.