CEOE no descarta «reajustes» en las cotizaciones sociales para abaratar el despido

Los empresarios defienden una subida del SMI y diseñar una legislación específica para los autónomos

«Estamos dispuestos a hablar pero partiendo de saber cuál es la realidad laboral», con estas palabras el presidente de CEOE Juan Rosell, abría las puertas a la posibilidad de reajustar el actual sistema de cotización con el objetivo de abaratar los costes de despido.

 

El hecho de que España sea uno de los países europeos con las cotizaciones más altas hace que una subida de las mismas no sea algo negociable, ahora bien, «se puede jugar con sus componentes como las contigencias comunes, desempleo,…» han afirmado fuentes cercanas a la patronal de los empresarios. En este sentido todo apunta que de producirse una modificación en el reparto se haría sobre aquellas que en la actualidad se financian entre empresarios y trabajadores. Otra de las opciones pasaría por que el sobre coste estuviese «ligado a otras bonificaciones o incentivos».

 

Según el informe Un marco fiscal para el empleo elaborado por el Think Tank Civismo, con una aportación del 83,28 por ciento las compañías españolas son las segundas que más cotizan a la Seguridad Social, sólo por detrás de Estonia, cuyo peso se eleva más allá de los 89 puntos porcentuales. Del 37,3%  que supone el total de , las sociedades marca España contribuyen con un 31,1% al sistema mientras que los trabajadores lo hacen con un 6,2%. O lo que es lo mismo, por un ‘mileurista’ con contrato indefinido la Seguridad Social ingresa 372,50 euros, de ellos el trabajador paga a la Seguridad Social 63,50 euros frente a los 309 euros que debe abonar la empresa, es decir, el equivalente a casi una cuarta parte de la nómina (245,50 euros).

 

Si nos comparamos con países como Alemania el peso de las aportaciones al total de cotización se reparte entre empleador y empleado. Así del 40,7% que va a parar a las arcas del sistema de protección social germano, los primeros contribuyen con el 20,5% y los segundos con el 20,1%.

Sin miedo al debate

Rosell, que participó ayer en la segunda jornada de los cursos de verano de la Universidad Menéndez Pelayo (UIMP), tampoco se cerró a negociar una subida del SMI (Salario Mínimo Interprofesional) «los empresarios no tienen ningún miedo de abrir el debate, pero siempre y cuando no se desvirtúen los números» sobre el número de trabajadores afectados y valorando siempre los efectos del resto de subsidios en España que «es algo que no se conoce», puntualizaba.

 

la situación de inestabilidad política no está afectando «para nada» al tejido empresarial

 

También en materia salarial, ha entonado el mea culpa por no haber aplicado políticas de contención salarial durante los primeros años de la crisis, y que de haberse aplicado habrían evitado la destrucción masiva de empleo. No obstante la recuperación de la economía española apoyada por las tasas de inflación negativa están ayudando a que «las empresas ganen dinero». Aspecto éste en el que ha afirmado que la situación de inestabilidad política no está afectando «para nada» al tejido empresarial en el que la creación de empresas ha crecido cerca de 0,8 décimas.

 

Es por ello por lo que ha llegado la hora «de cambiar el chip» y que los beneficios se inviertan en mejores remuneraciones. No obstante, el presidente de CEOE volvió a defender que el nuevo modelo laboral debe orientarse a políticas salariales vinculadas a la productividad y en las que se tenga en cuenta el absentismo.

 

Aunque no es objeto directo de su organización Juan Rosell se ha referido al colectivo de autónomos sobre los que ha dicho que «hay que volver a pensar qué son y cuáles y cuántos de ellos son dependientes o no dependientes». Asimismo defendió el desarrollo de una normativa específica para aquellos que cuentan con trabajadores a su cargo, algo en lo que «en el Ministerio son bastante perezosos».

 

Modelo alemán

Recuperar la competitividad es uno de los objetivos prioritarios para los empresarios. Para ello es necesario una «modernización laboral». Afirmación con la que el líder de los empresarios volvía a insistir en que sin dar marcha atrás con las últimas reformas laborales éstas deben adaptarse a la situación actual «los convenios están demodé y la negociación colectiva por obsoleta está en peligro». De hecho «es donde nos la jugamos».

 

En esta línea para CEOE el modelo alemán es en el que debería fijarse España «es un ejemplo a nivel de reformas cuyo resultado ha sido que se dupliquen las exportaciones». Alemania ha desarrollado un modelo sin rigideces «con políticas de formación, flexibilidad salarial y reducción de horas de trabajo», ensalzaba Rosell.

 

Por otra parte criticó que la Administración no haya hecho los ajustes necesarios y que éstos hayan recaído a su vez en el sector privado, mostrándose en desacuerdo por extender la cultura del funcionariado «no se puede crear empleo infinito por la vía pública».

 

En materia de impuestos tampoco se mostró partidario de subir los impuestos a las rentas de más de 600.000 euros ya que su impacto sería «mínimo» en comparación con los «perniciosos» efectos sobre las rentas medias y bajas. Asimismo y tal y como viene demandando la organización desde casi sus inicios solicitó a avanzar en medidas que rebajen los costes de inicio y funcionamiento de las empresas «no se puede permitir que España esté en el puesto 33 del índice Doing Bussiness, cuando debería estar entre por debajo del 15″.

 

En términos macroeconómicos defendió que se deben aprovechar los últimos coletazos de  las políticas de tipos bajos de interés y los precios bajos del petróleo.