El producto interior bruto (PIB) de China alcanzó en 2020 los 101,598 billones de yuanes (12,97 billones de euros), lo que supone un incremento del 2,3% en comparación con el año anterior y convierte al gigante asiático en la única gran economía mundial en registrar expansión en el año de la pandemia, a pesar de que este crecimiento haya sido el menor vigoroso desde 1976, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE).
En el cuarto trimestre de 2020, el PIB de China creció a un ritmo interanual del 6,5%, superando así en medio punto porcentual la expansión del 6% observada en el último trimestre de 2019, antes del impacto de la pandemia. En el tercer trimestre de 2020, el PIB chino creció un 4,9%, tras la expansión del 3,2% del segundo trimestre y una contracción del 6,8% en los tres primeros meses del año.
«La economía nacional se recuperó de manera sostenida, el empleo y el nivel de vida se consolidaron firmemente y los principales objetivos y tareas del desarrollo económico y social se lograron mejor de lo esperado», destacó la oficina estadística china en un comunicado.
No obstante, a pesar del vigor de la economía china, las ventas al por menor en el conjunto del ejercicio registraron una caída del 3,9%, incluyendo una expansión del 4,6% en el cuarto trimestre, después de haber crecido un 0,9% en el tercero. En el mes de diciembre, las ventas minoristas de bienes de consumo experimentaron un aumento del 4,6%.
De su lado, la producción industrial de China experimentó en 2020 un incremento anual del 2,8%, incluyendo una expansión del 2,2% en el caso de las empresas estatales y del 2,4% en el de las empresas fundadas por extranjeros e inversores en HongKong y Macao, mientras que las empresas privadas crecieron un 3,7%.
«Creemos que las perspectivas siguen siendo brillantes a corto plazo», indicó Julia Evans-Pritchard, economista senior para China de Capital Economics, para quien los vientos a favor del estímulo del año pasado deberían mantener a la industria y la construcción fuertes por un tiempo, mientras que los efectos de base favorables también ayudarán a mantener elevadas las tasas de crecimiento hasta al menos mediados de este año.
«Más adelante, sin embargo, creemos que el crecimiento se suavizará. La demanda extranjera de productos chinos se reducirá a medida que las vacunas comiencen a revertir el reciente cambio en los patrones de consumo global y se produzca la retirada parcial del apoyo a la política interna a lo largo de este año», añadió.