De Guindos insiste en que la crisis griega no impactará en las relaciones comerciales con España

El ministro de Economía respalda la necesaria reestructuración de la deuda del país heleno

Luis de Guindos ha restado importancia a los posibles efectos que pudieran derivarse de la crisis griega sobre la economía y las inversiones españolas, «las relaciones comerciales con Grecia son importantes pero no son de una intensidad muy, muy elevada», ha afirmado tras la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de hoy.

España cuenta con un superávit en la balanza comercial con el país heleno de 1.403.999 millones de euros en 2014, siendo el volumen de exportaciones de 1.891,62 millones de euros y las importaciones de tan sólo 487.623 millones. Una tendencia que mejora durante este ejercicio en el que el superávit de la balanza comercial hasta el mes de abril ascendió a 184.548,21 millones de euros -más de 93.000 millones que en el mismo mes del año pasado-.

De Guindos ha explicado además que los flujos de inversión directa en 2014 fueron «practicamente inexistentes» y que la exposición de la banca española a la banca griega «es muy reducida».

El titular de Economía ha querido hacer referencia al «muy importante» deterioro de la economía griega durante los últimos seis meses. En este sentido ha ratificado lo que se recoge en el informe emitido ayer jueves por el FMI (Fondo Monetario Internacional) «la situación de la deuda pública griega es insostenible y es necesaria una reestructuración de la deuda». Además ha reiterado que la economía del país que necesitará una inyección financiera de 52.000 millones de euros entre octubre de este año y octubre de 2018.

Referendum

Con respecto a la consulta del próximo domingo, Luis de Guindos la ha calificado de «referendum sin sentido» y de «error», ya que se someterán a consulta medidas que ya han expirado puesto que estaban condicionadas al segundo programa de ayudas. En cualquier caso, lo que sí ha dejado claro en los corrillos ha sido que nadie en el Eurogrupo entiende los bandazos que está dando el Gobierno de Tsipras y que cualquiera de las opciones que resulte el próximo domingo «es mala», aunque de salir «el no, lo hace todo más difícil».

Por otra parte el ministro ha sido tajante con el anuncio del levantamiento del corralito realizado por el Gobierno heleno, «es una decisión que le corresponde al BCE y hoy por hoy los bancos griegos no disponen de liquidez suficiente».