Nos ha sorprendido recientemente un gráfico publicado por nuestros colegas de burbuja.com que adjuntamos a continuación, donde se compara la variación de los ingresos del 20% que más ingresos perciben, con el 20% inferior, en diversos países europeos.
Los datos abarcan los años desde 2007 a 2012, aunque casi con seguridad la tendencia para 2013 es la apuntada en el gráfico. Para entenderlo claramente, y poniendo el caso de Alemania, el 20% que más ingresos tiene lo hace en el año 2012 en 4,3 más en relación al 20% que menos ingresos disfruta.
Se ve claramente que para el caso de España, donde partimos de 5,5 veces en el año 2007 a un incremento espectacular hasta el 7,2 en 2012, muy por encima de otros países de nuestro entorno económico, como Reino Unido, Italia, Portugal o la misma Alemania.
En “Los orígenes de la desaparición de la clase media” argumentaba una serie de factores que están ayudando a que la clase media cada vez sea más reducida y tenga un peso específico menor en nuestra economía y nuestra sociedad. En ese artículo podrán ver los aspectos en los que basaba mi argumentación. A pesar de todo ello, me gustaría detenerme nuevamente a reflexionar sobre el enorme daño que este proceso de desaparición (o reducción importante) de esta clase genera sobre la economía y sobre el funcionamiento general de nuestra sociedad.
En primer lugar, la importancia de la existencia y predominio de la clase media no es una cuestión residual. Por una parte, sabemos que las clases medias y bajas tiene una propensión marginal al consumo muy superior a las clases más altas. Si pensamos que nuestra economía y la salida de esta crisis pasa por el incremento del consumo, resulta que con la reducción de la clase media, vamos justo en el sentido contrario.
Por otro lado, y sin ánimo de ser exhaustivo entre otras cosas porque dudo mucho que dispongamos de estadísticas fiables, deducimos que la inmensa mayoría de los emprendedores (recordemos que las PYMES son las grandes generadoras de puestos de trabajo) proceden de esta clase social. Reduciendo ésta, se minora también las posibilidades de crear empleo.
En la misma línea podemos hablar de que es ésta la gran aportadora de personal cualificado, mandos medios, técnicos, científicos, profesores, investigadores, químicos… que toda sociedad avanzada necesita. En resumen, la reducción de la clase media en los países desarrollados hará no solamente que la crisis se alargue más en el tiempo sino que a largo plazo nos encontraremos con una sociedad donde no existirán trabajadores formados para las demandas de la economía. Por tanto, lo que nos espera es una reducción de las capacidades potenciales y un estrangulamiento mayor de la economía.
O el gobierno toma nota de este problema y establece las medidas necesarias para su corrección o lo que nos espera a medio y largo plazo es profundizar aún más en futuras crisis.
Manuel Caraballo Callero
Economista