Las autoridades brasileñas han gastado 37.000 millones de dólares en la mejora de 12 estadios gastando 5 veces más de lo previsto cuando el Mundial podría haberse jugado en un total de 8 instalaciones.
Como era de esperar además los precios de todo (Alimentación, alojamiento o transporte) se han ido por las nubes. Favelas pacificadas a 50 euros la noche, hoteles a 420 euros diarios, latas de cerveza a 6 euros o pizzas a precios desorbitados, unos detalles que han generado mucha indignación entre las ONG brasileñas.