La economía estadounidense generó 275.000 nuevos puestos de trabajo no agrícolas durante el pasado mes de febrero, una cifra superior a los 229.000 empleos del dato revisado de enero, a pesar de lo cual la tasa de paro aumentó al 3,9% desde el 3,7% del mes anterior, según los datos publicados este viernes por el Departamento de Trabajo.
El dato de creación de empleo en febrero ha superado así ampliamente las expectativas del consenso del mercado, que apostaba por unos 198.000 nuevos puestos de trabajo, además de superar la media de los últimos doce meses de 230.000 nuevos empleos.
Asimismo, tras el dato de febrero, el mercado laboral estadounidense encadena ya 38 meses consecutivos creando empleo.
No obstante, el Departamento de Trabajo ha revisado sustancialmente a la baja los datos de creación de empleo de los dos meses anteriores, con un recorte agregado de 167.000 empleos, después de revisar a 229.000 desde los 353.000 nuevos empleos anunciados inicialmente el dato de enero y hasta 290.000 desde los 333.000 indicados previamente en el caso de diciembre de 2023.
En el segundo mes de 2024, se produjeron aumentos de empleo en los sectores de atención sanitaria (+67.000), en el Gobierno (+52.000), en los servicios de alimentos y lugares para beber (+42.000), así como en la asistencia social (+24.000) y el transporte y almacenamiento (20.000).
De su lado, la tasa de desempleo de EE.UU. aumentó dos décimas en febrero, hasta el 3,9%, con un incremento en el número de desempleados de 334.000 personas, hasta un total de 6,5 millones. En febrero de 2023, la tasa de paro fue del 3,6%, con 6 millones de desempleados.
De este modo, la tasa de paro de la mayor economía mundial se situó en febrero en su nivel más alto desde octubre de 2023, repitiendo así máximos desde enero de 2022 y medio punto porcentual por encima del 3,4% registrado en abril de 2023, cuando el desempleo marcó mínimos desde 1969.
El número de desempleados de larga duración (aquellos desempleados durante 27 semanas o más), se mantuvo estable en alrededor de 1,2 millones, representando el 18,7% de todos los desempleados en febrero.
Los empleados a tiempo parcial por motivos económicos se situaron en febrero en 4,4 millones, en línea con el mes anterior, mientras que el número de personas no pertenecientes a la fuerza laboral que actualmente desean un empleo, de 5,7 millones, apenas cambió.
Asimismo, la tasa de participación de la fuerza laboral se mantuvo en el 62,5% por tercer mes consecutivo.
SIN CAMBIOS PARA LA FED.
La fuerte creación de empleo en febrero no alterará el rumbo de la Reserva Federal de Estados Unidos, según el consenso de analistas, que sigue esperando que el banco central estadounidense acometa una primera rebaja de los tipos de interés antes del verano.
«Las nóminas aumentaron 275.000 en febrero, pero las grandes revisiones a la baja, los salarios débiles y el aumento del desempleo sugieren que las cosas no son tan sólidas como indica el titular», apunta James Knightley, economista jefe internacional de ING Research, para quien los indicadores adelantados se están debilitando claramente y perecen sugerir una desaceleración. «Creemos que todo estará listo para un recorte de tipos en junio», afirma.
De una opinión parecida es Andrew Hunter, analista de Capital Economics, para quien, si bien el aumento de 275.000 puestos de trabajo en febrero puede, a primera vista, añadir peso a la opinión de la Reserva Federal de que no hay prisa en recortar las tasas de interés, «las revisiones a la baja de los incrementos en los meses anteriores hacen que el crecimiento reciente parezca menos fuerte que antes».
«Además del aumento de la tasa de desempleo a un máximo de dos años y un aumento mucho más débil de los salarios, ahora hay menos motivos para preocuparse de que la renovada fortaleza del mercado laboral impulse nuevamente la inflación», añade.
De su lado, Nancy Vanden Houten, economista principal para Estados Unidos de la consultora Oxford Economics, considera que el aumento del empleo en febrero mayor de lo esperado mo parece suficientemente sólido como para cambiar la opinión de que la Reserva Federal puede comenzar a bajar tipos incluso en mayo, ya que otros aspectos fueron más débiles de lo esperado.