¿Ustedes lo han visto? Dicen que a nuestro presidente le falta carisma, pero quién va a querer carisma cuando tu precedente tampoco es que fuera el no va más de la empatía, y cuándo eres capaz de cuadrar las cuentas a martillazos y vender como éxitos lo que son nimiedades. Eso sí es carisma.
Ahí donde lo tienen, nuestro barbudo jefe del Ejecutivo tiene a bien presumir de que la reforma de la Administración Pública le ha permitido este año ahorrar la friolera de 7.384 millones de euros. Que si se me pierden ustedes con las cifras, ya se las pongo yo en orden: más o menos, crisis mediante, el 0,7% del Producto Interior Bruto. Que no está mal, recuerda a aquello que pedían aquellos locos acampados en la Castellana en el frío otoño de 1995: el 0,7% en proyectos de Cooperación al Desarrollo. Lo que entonces no era factible, resulta que sí se podía. Era cuestión de buscar dónde.
Pero agárrate ahí, amigo mío, que esto no es todo. El año que viene vamos a ahorrarnos 28.898 millones, que a Rajoy solo le ha faltado decir la cifra con sus unidades y sus decimales, con tanta exquisitez por el detalle. Con semejante portento de las finanzas, es para perdonarles que hayan mentido hasta la saciedad con todos los temas concernientes al programa electoral que les hizo mandamases del Congreso; y si me apuran, que dilapidaran más o menos el capital que ahora dicen que se van a ahorrar, financiando rescates de antiguas cajas de ahorro, que el favor político siempre sale por un pico.