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El Banco de Japón reafirma su disposición a seguir subiendo tipos si se cumplen los pronósticos

El gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, ha defendido este viernes ante el Parlamento la disposición de la entidad para continuar la senda de normalización de su política monetaria si la evolución de la economía y de los precios cumple las previsiones, sugiriendo que el reciente episodio de volatilidad en los mercados no ha debilitado la resolución de la institución.

«No hay cambios en nuestra postura básica de que ajustaremos la política monetaria a medida que vayamos ganando confianza» en la probabilidad de que la economía y la inflación se mantienen en línea con las previsiones, dijo Ueda.

La audiencia parlamentaria fue convocada después de que la subida de los tipos, acometida el pasado 31 de julio por el Banco de Japón, desencadenase importantes turbulencias en los mercados durante la semana siguiente.

A este respecto, Ueda reconoció que los mercados nacionales e internacionales siguen siendo inestables y expresó la voluntad del banco central de seguir atentamente la evolución de los acontecimientos, pero reiteró que la política monetaria japonesa sigue siendo «acomodaticia».

«Las tasas de interés reales son sustancialmente negativas», dijo Ueda, en declaraciones recogidas por el diario ‘Nikkei’. «La situación actual sigue siendo acomodaticia», agregó.

En opinión de Marcel Thieliant, economista principal para Asia Pacífico de Capital Economics, la opinión del gobernador del Banco de Japón de que los mercados financieros siguen siendo inestables «sugiere que la entidad podría no subir los tipos tan pronto como en octubre».

Sin embargo, el experto subraya que Ueda reiteró que el Banco de Japón «seguirá adelante con un mayor ajuste si la economía evoluciona como se anticipa» y confirmó que los datos recientes sobre el crecimiento del PIB y los salarios estaban en línea con las expectativas.

Este viernes, por otro lado, también se ha conocido que la tasa de inflación de referencia en Japón, aquella que excluye el impacto del precio de los alimentos frescos, se situó en julio en el 2,7% interanual, una décima por encima de la lectura de junio.

De este modo, según los datos publicados por el Ministerio del Interior y Comunicaciones del país nipón, el índice de inflación de referencia en el país se mantiene por encima de la meta del 2% del Banco de Japón desde marzo de 2022.

En el caso de la tasa de inflación general, el IPC de julio se mantuvo estable por tercer mes consecutivo en el 2,8%, mientras que la tasa de inflación subyacente, que además de los alimentos frescos también excluye la energía, bajó al 1,9% desde el 2,2% de junio.

Se trata de la primera vez que la tasa subyacente de inflación en Japón se sitúa por debajo del umbral del 2% desde septiembre de 2022, según los registros del Ministerio.

En su última reunión, celebrada el pasado 31 de julio, el Consejo de Política del Banco de Japón decidió elevar el tipo de interés de referencia hasta el 0,25% desde el rango del 0% al 0,1% en la segunda subida del precio del dinero desde el pasado mes de marzo, situando así la tasa en máximos desde 2008.

La decisión de subir el tipo de interés de referencia, la segunda ocasión en los últimos 17 años, después del alza del pasado mes de marzo, fue adoptada por una mayoría de 7 votos contra 2. Además, la entidad aseguró que, si se cumplen las perspectivas presentadas, «continuará aumentando la tasa de interés» y ajustando el grado de acomodación monetaria.

Por otro lado, la entidad anunció que tiene previsto reducir el monto mensual de sus compras mensuales de bonos soberanos hasta «alrededor de 3 billones de yenes» (18.000 millones de euros) en enero-marzo de 2026.

PREVISIONES ECONÓMICAS.

Además de las decisiones sobre política monetaria, el Banco de Japón presentó a finales de julio su nuevo cuadro macroeconómico para la economía del país, con una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del PIB y un ajuste a la baja de la previsión de inflación para este año, aunque de cara a 2025 revisó al alza la previsión.

De tal manera, la institución espera ahora que el PIB de Japón crecerá en 2024 un 0,6%, dos décimas menos que en su pronóstico de abril, mientras que en 2025 y 2026 confirmó la expectativa de una expansión del 1% en cada ejercicio.

En cuanto a la inflación de referencia, sin tener en cuenta los alimentos frescos, la entidad ahora anticipa una subida de los precios del 2,5% en 2025, tres décimas menos, pero revisó al 2,1% desde el 1,9% el pronóstico para 2025, mientras que confirmó la previsión de una subida del 1,9% en 2026.

Asimismo, en el caso de la tasa de inflación subyacente, el Banco de Japón confirmó sus previsiones de abril y sigue esperando que se sitúe en el 1,9% este año y el siguiente, mientras que anticipa un repunte al 2,1% para 2026.

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