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El IPC en Japón repuntó al 2,7% en julio, pero la subyacente marca mínimos

La tasa de inflación de referencia en Japón, aquella que excluye el impacto del precio de los alimentos frescos, se situó en julio en el 2,7% interanual, una décima por encima de la lectura de junio, según los datos publicados este viernes por el Ministerio del Interior y Comunicaciones del país nipón.

De este modo, el índice de inflación de referencia en el país se mantiene por encima de la meta del 2% del Banco de Japón desde marzo de 2022.

En el caso de la tasa de inflación general, el IPC de julio se mantuvo estable por tercer mes consecutivo en el 2,8%, mientras que la tasa de inflación subyacente, que además de los alimentos frescos también excluye la energía, bajó al 1,9% desde el 2,2% de junio.

Se trata de la primera vez que la tasa subyacente de inflación en Japón se sitúa por debajo del umbral del 2% desde septiembre de 2022, según los registros del Ministerio.

«Ahora que la inflación subyacente ha caído por debajo del 2% por primera vez desde 2022 y se prevé que siga bajando, las razones para un mayor ajuste monetario están empezando a disminuir», ha señalado Marcel Thieliant, economista principal para Asia Pacífico de Capital Economics, para quien la mayor preocupación para el Banco de Japón debería ser la fuerte desaceleración de la inflación de los servicios, ya que pone en duda la narrativa de que un crecimiento salarial más rápido está impulsando las presiones de costes.

«Las cifras de inflación de julio claramente reducen la justificación para un mayor ajuste», ha apostillado el analista.

En su última reunión, celebrada el pasado 31 de julio, el Consejo de Política del Banco de Japón decidió elevar el tipo de interés de referencia hasta el 0,25% desde el rango del 0% al 0,1% en la segunda subida del precio del dinero desde el pasado mes de marzo, situando así la tasa en máximos desde 2008.

La decisión de subir el tipo de interés de referencia, la segunda ocasión en los últimos 17 años, después del alza del pasado mes de marzo, fue adoptada por una mayoría de 7 votos contra 2. Además, la entidad aseguró que, si se cumplen las perspectivas presentadas, «continuará aumentando la tasa de interés» y ajustando el grado de acomodación monetaria.

Por otro lado, la entidad anunció que tiene previsto reducir el monto mensual de sus compras mensuales de bonos soberanos hasta «alrededor de 3 billones de yenes» (18.000 millones de euros) en enero-marzo de 2026.

PREVISIONES ECONÓMICAS.

Además de las decisiones sobre política monetaria, el Banco de Japón presentó a finales de julio su nuevo cuadro macroeconómico para la economía del país, con una revisión a la baja de las proyecciones de crecimiento del PIB y un ajuste a la baja de la previsión de inflación para este año, aunque de cara a 2025 revisó al alza la previsión.

De tal manera, la institución espera ahora que el PIB de Japón crecerá en 2024 un 0,6%, dos décimas menos que en su pronóstico de abril, mientras que en 2025 y 2026 confirmó la expectativa de una expansión del 1% en cada ejercicio.

En cuanto a la inflación de referencia, sin tener en cuenta los alimentos frescos, la entidad ahora anticipa una subida de los precios del 2,5% en 2025, tres décimas menos, pero revisó al 2,1% desde el 1,9% el pronóstico para 2025, mientras que confirmó la previsión de una subida del 1,9% en 2026.

Asimismo, en el caso de la tasa de inflación subyacente, el Banco de Japón confirmó sus previsiones de abril y sigue esperando que se sitúe en el 1,9% este año y el siguiente, mientras que anticipa un repunte al 2,1% para 2026.

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