El Índice de Gestores de Compras de servicios (PMI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos se aceleró en agosto hasta los 55,7 puntos desde los 55 enteros registrados en julio, lo que se traduce en el incremento más pronunciado desde marzo de 2022 y que permite encadenar 19 meses en positivo, según ha desvelado S&P Global.

La actividad empresarial creció al ritmo más rápido en casi dos años y medio gracias a la mayor entrada de nuevos pedidos. Sin embargo, el empleo cedió tras dos meses de creación de puestos de trabajo.

De su lado, el coste de los insumos siguió aumentando con fuerza por el alza en los desembolsos a proveedores y salarios. Aun así, la tasa de inflación de los precios de venta se redujo hasta su nivel más bajo en siete meses.

En cuanto al futuro, las firmas de servicios volvieron a mostrarse «optimistas» con los niveles de actividad a doce meses vista al dar por hecho que los nuevos encargos seguirán creciendo.

Además, la reducción de los tipos de interés que debería iniciar la Reserva Federal (Fed) en septiembre y la mejora de las condiciones empresariales tras las elecciones presidenciales de noviembre también han sido factores que apuntalaron dicha confianza.

«La mejora del índice PMI de servicios, que alcanza su nivel más alto en casi dos años y medio, es otro indicio alentador de que la economía de EE.UU. está disfrutando de un sólido crecimiento económico en el tercer trimestre que contribuye al escenario de aterrizaje suave», ha explicado el economista jefe de S&P Market Intelligence, Chris Williamson.

«No obstante, lo que quizá resulte más preocupante es que la reciente desaceleración de la actividad manufacturera está mostrando algunos signos de contagio a la economía en general, especialmente a través del estancamiento de los pedidos de servicios industriales», ha alertado.

El analista ha señalado que, por el momento, las lecturas del sector servicios y de la industria son congruentes con un alza anualizado del PIB del 2% al 2,5% durante el tercer trimestre.