Las últimas noticias que se publican sobre el mundo de la automoción, sus inversiones ejecutadas y previstas, las crecientes unidades matriculadas en España, los incentivos del Gobierno al sector, las importantes exportaciones, etc. implican un cambio en la tendencia que ha marcado el mercado en los últimos años, y parece que comienza el repunte en la economía y en el sector de la automoción, concretamente.
Aún con las importantes bajadas en las unidades ensambladas en los últimos años, España es el segundo fabricante Europeo de vehículos industriales, sólo por detrás de Alemania, incluso por delante de ella si se toman los vehículos ligeros dentro de esta categoría (según la ANFAC). Como contrapunto a esta situación positiva, está la pérdida de la décima posición en el ranking mundial de productores de vehículos de motor. Sin embargo, es muy posible que esta posición se vuelva a alcanzar en el corto plazo, gracias a los planes dispuestos por las diferentes marcas, los agentes implicados y el plan 3 Millones propuesto por la ANFAC.
Llevados al sector industrial y de la producción, estos elementos arrojan ciertos datos esperanzadores, como la actual balanza comercial positiva en el mercado de vehículos ensamblados, datos sin duda muy positivos, más aún en estos tiempos de crisis. España es un país productor neto de vehículos, tanto turismos como comerciales e industriales, es decir, una auténtica potencia en el ensamblaje. Esto se debe al alto nivel tecnológico de las factorías y la excelente relación calidad formativa-coste productiva.
Sin embargo, hay un aspecto que no es tan positivo y que seguramente no resalte tanto, ni se publicite de igual manera. Aún existe un gran camino por recorrer en el ámbito de las piezas y componentes que se fabrican en España y se destinan al ensamblaje o reparación de vehículos. En este apartado, España cuenta con una industria que ha sufrido muchísimo en estos años, pero que ha sabido adaptarse y amoldarse a las dificultades del mercado, no sin sensibles bajas y cierres de empresas. Actualmente, su balanza comercial neta es negativa, lo que denota una oportunidad clara en el mercado y una posibilidad de crecimiento.
Esta oportunidad de mercado invita a invertir y desarrollar nuevos proyectos para dar productos y servicios a constructores nacionales e internacionales, y no tener que importar tantos productos de otros países europeos o incluso de fuera del continente. El gran problema de esta situación es el ocasionado por las tensiones de caja y problemas de liquidez que las empresas presentan en la actualidad, derivado de la crisis financiera y de la importante baja de la producción sufrida.
Estos problemas de liquidez y la dificultad de ganar nuevos proyectos se pueden solventar si se invierte en tecnología y en el desarrollo de nuevos productos, así como en la mejora de los procesos productivos, con vistas a obtener ventajas competitivas frente a los actuales proveedores extranjeros. Con ese fin, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) pone a disposición de las empresas, líneas de financiación para los gastos derivados del desarrollo de proyectos de I+D y para la incorporación de activos innovadores al ámbito productivo.
Estas líneas llevan aparejadas importantes opciones preferenciales de financiación, de entre un 0,7% a un 2%, con intensidades de hasta el 85% del presupuesto aprobado por el organismo. Asimismo, llevan asociados unos períodos de carencia que permiten obtener un retorno económico que pueda devolver estos capitales y los intereses asociados.
Por otra parte, los proyectos de I+D que consigan esta financiación preferencial obtienen también un Informe Motivado vinculante con la Administración, que se espera permita realizar la solicitud de cash back de hasta 3 millones de euros al año, sin necesidad de certificarlos según el RD 1432/2003, de las deducciones fiscales no aplicadas y acumuladas sin aplicar durante al menos un ejercicio fiscal. Esto se traduce en unas entradas netas de caja, que permiten ejecutar nuevas inversiones innovadoras.
Para ello, siempre es aconsejable contar con la labor experta de empresas de consultoría especializadas en la identificación, tramitación y justificación de este tipo de procedimientos, que permite a las empresas concentrarse en el desempeño de sus proyectos e inversiones.
Por último, el desarrollo de proyectos innovadores y con generación de conocimiento industrial, puede servir para obtener un importante ahorro fiscal mediante el incentivo del Patent Box, ya que la venta o cesión de conocimiento técnico permite un sustancial ahorro sobre sus ingresos relacionados, para lo que es necesario un buen asesoramiento y sentar unas bases sólidas para su aplicación y justificación frente a una posible inspección fiscal.
Carlos Bernardos, Manager Financiación de la Innovación de Alma Consulting