Si tuvieras que contratar a un directivo, ¿seleccionarías a un hombre o a una mujer? Hace unos días participaba en una tertulia de radio y hablábamos sobre el Talento femenino y sobre si realmente hay diferencias con el Talento masculino. Por expresarlo de otra manera: ¿el Talento entiende de género?
Durante nuestra conversación, salieron a la luz temas interesantes como la evolución de cultura y mentalidad que están teniendo las empresas y nuevos modelos organizativos; el hecho de que ahora se esté prestando más atención a las competencias profesionales de las mujeres y la tipología de negocios que creamos y gestionamos unas y otros.
En un mundo donde tradicionalmente los hombres han ocupado los cargos con mayor responsabilidad, parece que se está abriendo poco a poco una puerta a incorporar mujeres a puestos directivos, ya que aprovechar la perspectiva femenina puede servir como contrapunto a la hora de lanzar productos y servicios al mercado. Hay estudios norteamericanos que muestran que las empresas que cuentan con mujeres en sus consejos de administración, obtienen un 45% más de resultados y beneficios. Si esto es así y las cifras no engañan, ¿por qué no analizamos ese entorno y tratamos de adaptarlo a nuestra cultura?
Las mujeres tenemos en nuestro ADN la inteligencia emocional; una de las competencias estrella del siglo XXI. Somos empáticas y grandes comunicadoras, fomentamos la participación, somos resolutivas y tomamos mucho más la iniciativa. En la calidad de estos valores reside la clave del interés de las empresas.
Hasta hace bien poco, a las mujeres que trabajaban por cuenta propia se nos asociaba con negocios presenciales: abríamos una tienda de ropa, montábamos una guardería o éramos representantes de productos cosméticos.
Revisando estudios y gráficas, de los 30.000 autónomos que se dieron de alta el año pasado, 20.000 fueron mujeres y esta cifra aumenta un 15% cada año. ¿A qué se debe este cambio? ¿Emprendemos por necesidad o por vocación?
Pienso que hay una buena parte de las dos. Claramente la tecnología ha contribuido a que esta visión evolucione y ha dado paso a un cambio importante. Las startups, por poner un ejemplo, son modelos que desde un punto de vista de equipos entienden la necesidad de crear un equilibrio entre las personas que participan en el proyecto, tienen claras las habilidades y Talentos que necesitan y saben que muchos de ellos los encuentran concretamente en mujeres.
Soy partidaria de crear y formar equipos heterogéneos en los que lo importante sea sumar y no restar, en los que todos puedan participar con ideas y se valoren el esfuerzo y los resultados alcanzados.
Estamos en un momento en el que el Talento español destaca fuera de nuestra fronteras, no sólo desde las archiconocidas perspectivas deportiva o gastronómica, sino también, ¿quién lo iba a decir?, en el ámbito del emprendimiento femenino (apunte: estamos por delante de países como Dinamarca, Japón, Francia, Alemania).
Sigamos centrados en equipos multiculturales, busquemos Talentos sin fijarnos en el género y pensemos en valorar aspectos como el compromiso, la confianza, la credibilidad y el respeto profesional. Si nos lanzamos, estoy segura de que esto redundará en mejores resultados, más productividad, ganas de colaborar y orgullo de pertenencia al proyecto.
Marta Díaz Barrera
Fundadora Talentoscopio
@Talentoscopio_