El presidente de Longchamp, Philippe Cassegrain, ha fallecido a la edad de 83 años debido a complicaciones causadas por Covid-19, según ha informado la marca de lujo francesa en un comunicado.
En concreto, Cassegrain estaba al frente de la ‘maison’ gala desde hace 60 años. En 1953, con apenas 16 años, fue introducido por su padre en el funcionamiento de las relaciones internacionales y empezó a recorrer el mundo.
En sus viajes siempre iba acompañado de una maleta con muestras de Longchamp. «Tenía como misión reunirme con conocidos de mi padre y presentarles nuestros productos. Tenía curiosidad por todo», había explicado.
Gracias a esta experiencia, a su vuelta se unió de forma oficial a Longchamp, donde ayudaba a su padre a administrar el negocio, desde el diseño, la fabricación y el marketing, hasta el desarrollo de ventas.
En 1972, año en el que Philippe Cassagrain sucede a su padre, crea las primeras bolsas de viaje en nylon y cuero, y empieza el desarrollo de la marca en Asia. Más tarde, en los años 80, con la ayuda de su mujer, Michèle Cassegrain, inicia una nueva era con el desarrollo de bolsos para mujer, además de construir la red comercial de boutiques Longchamp en el mundo.
Longchamp se encuentra ahora en manos de la tercera generación de los Cassegrain, donde el hijo mayor, Jean, ejerce las labores de consejero delegado de la firma; su hermana, Sophie Delafontaine, es la directora creativa, y su hermano Olivier se encarga del desarrollo de las boutiques americanas.
Desde hace algunos meses, dos de sus nietos se han unido a la compañía. Así, Adrien Cassegrain es director de transformación, y Hector Cassegrain ejerce de general manager en Reino Unido.