Ibercaja Banco se ha visto obligada a aclarar algunas dudas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) sobre sus resultados de los tres primeros trimestres del año, incluyendo explicaciones sobre la evolución de las dotaciones en ese periodo y la evolución de la clasificación por ‘stage’ de los activos financieros a coste armonizado.
Se trata de unas explicaciones que la CNMV había requerido con anterioridad a la entidad. En concreto, el supervisor había solicitado información adicional sobre los estados financieros intermedios resumidos consolidados correspondientes al periodo de nueve meses finalizado el 30 de septiembre de 2021 del grupo bancario.
Sobre la evolución de las dotaciones realizadas en los nueve primeros meses de 2021, el banco explica que el importe de las pérdidas por deterioros netos de activos financieros a 30 de septiembre de 2021 ascendía a 63,84 millones de euros, lo que supone una caída de 116,44 millones de euros frente a los 180,27 millones de euros registrados a 30 de septiembre de 2020.
La entidad señala que este descenso se debe, en gran parte, a la dotación extraordinaria realizada por Covid-19 al 30 de septiembre de 2020 por importe de 90,12 millones de euros.
En concreto, justifica que, debido a las recomendaciones de los supervisores y reguladores y las «pésimas perspectivas macroeconómicas» en 2020, la entidad decidió registrar un fondo de 90 millones de euros a finales de septiembre de 2020.
Obviando esta dotación extraordinaria, el saldo a 30 de septiembre de 2020 ascendía a 89,94 millones de euros, lo que suponía una variación de 26,10 millones de euros respecto al mismo periodo de 2019.
Además, la dirección de la entidad registró 52 millones de euros como un «ajuste posterior al modelo» con el fin de cubrir el incremento de riesgo de crédito de clientes que se encontraban sin impagos al cierre del ejercicio 2020.
EVITAR EL EFECTO ‘ACANTILADO’
«Esta asignación se realizó atendiendo a las comunicaciones y recomendaciones de BCE y otros organismos nacionales y supranacionales, en los que instaban a las entidades a cubrir el ‘efecto acantilado’ que sufrirían los acreditados una vez finalizaran las medidas de flexibilidad y apoyo económico», explica la entidad.
Sin embargo, dado que los efectos económicos de esta crisis sanitaria se han extendido en el tiempo más de lo previsto y se siguen aplicando medidas de flexibilización e impulso de la actividad económica para paliar dichos efectos, Ibercaja señala que la cartera de acreditados con mayor probabilidad de transitar al ‘stage 2’ (créditos en situación de vigilancia especial) «se ha visto beneficiada de estas medidas, lo que ha evitado, por el momento, el ‘efecto acantilado’ previsto por el grupo es sus proyecciones del ejercicio 2021».
«Este hecho se ha visto evidenciado en el análisis realizado por la entidad sobre las operaciones de esta tipología que han visto modificada su clasificación contable de ‘stage 1’ en diciembre de 2020 a ‘stage 2’ en septiembre de 2021, observando que los impactos sobre el deterioro de estas operaciones asciende, aproximadamente, a cinco millones de euros», agrega la entidad.
Ibercaja señala que esta situación «refrenda así el criterio de prudencia seguido por la dirección del grupo a la hora de mantener inalterable, al 30 de septiembre de 2021, el ajuste al modelo por 52 millones de euros registrado en el cierre del ejercicio 2020».
Para explicar las variaciones de las dotaciones realizadas en el periodo de referencia, señala que el recalibrado en vigor al 30 de septiembre de 2021 corresponde al de cierre del ejercicio 2020, mientras que el recalibrado de 30 de septiembre de 2020 correspondería al de cierre del ejercicio 2019.
Además, afirma que se encuentra actualmente trabajando en el recalibrado de sus modelos internos de riesgo de crédito y asegura que, por prudencia, ha decidido «no incorporar la mejora de las perspectivas económicas de este periodo, sin registrar ningún ajuste posterior al modelo como hizo en el mismo periodo del ejercicio 2020 por este concepto».
Sin embargo, no espera «ajustes significativos» ni por el
recalibrado de los modelos de riesgo de crédito, ni por las potenciales modificaciones en el ajuste posterior al modelo.
Por otro lado, especifica la evolución de los activos financieros a coste amortizado por ‘stage’ contable, señalando que la variación «más significativa» se produce en el stage 3 (dudosos).
En concreto, explica que la caída en los activos dudosos se debe, principalmente, por los cobros y salidas de mora y adjudicaciones
realizadas en el ejercicio, así como a una reducción en el volumen de entradas en ‘stage 3’ con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.