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La seguridad es un riesgo

En este artículo hablaremos sobre cómo una aparente sensación de seguridad puede darnos una falsa percepción del riesgo. El concepto de riesgo es algo inherente a las personas. Las compañías están dirigidas por personas y por tanto también existe el concepto de riesgo.

Hasta ahora los análisis tenían en cuenta lo ocurrido en el pasado, el presente y una proyección de lo que podía ocurrir en el futuro. Esto ha cambiado por la aparición de la COVID 19 que ha roto la conexión de todas las series pasadas y las posibles proyecciones al futuro.

Las previsiones de resultados, los hábitos y tendencias de consumo, las actitudes de los consumidores, los valores que emergen en esta crisis, adopción de tecnología a una velocidad increíble y el marketing han cambiado por la aparición de la nueva situación.

Las operaciones de las Compañías también para adaptarse a la nueva realidad y a esos nuevos hábitos.

Esto ha dado lugar a que bajo la incertidumbre provocada por la ausencia de referencias de acontecimientos similares para extrapolar conclusiones, las Compañías han planteado posibles escenarios encaminados a poner en marcha acciones que permitan evitar la caída de los negocios y buscar nuevas vías de desarrollo de los mismos, nuevos sectores, o nuevos consumidores para paliar los efectos, evolucionar y seguir avanzando.

“Estamos en una nueva realidad y no sabemos cuanto durará”

Combatir esta situación implica que las empresas y las marcas jueguen un papel de liderazgo en esta situación desconocida, gestionando este cambio de realidad para mejorar la actividad de acuerdo con los nuevos hábitos y tendencias, para mejorar los resultados y consecuentemente para avanzar en la recuperación económica.

Cuando hablamos que una persona se encuentra en su zona de confort, interpretamos que se siente en terreno conocido y, controlado, con un riesgo muy reducido. En el mercado y las empresas esa zona de confort se denomina Status quo.

Esto significa que las compañías tienden a contrarrestar las acciones de su competencia con acciones contrarias de la misma naturaleza y por tanto seguir contribuyendo a homogeneizar el mercado o sector en el que compiten.  En definitiva a seguir manteniendo ese Status quo , en el que todo es más o menos predecible.

“El riesgo de quedarse en el status quo puede ser mayor que el de romperlo”

Romperlo significa hacer algo diferente a lo establecido y el riesgo de cometer un error. ¡O un acierto! De hecho, en numerosas ocasiones, quien rompe el status quo, generalmente obtiene una diferencia respecto a sus competidores, lo que le proporciona una ventaja hasta que vuelva a conformarse un nuevo status quo.

¿Por qué la percepción de seguridad es un riesgo?  

En estos tiempos es importante que los Compañías y los ejecutivos entiendan la naturaleza del riesgo. El riesgo es algo inherente a la naturaleza de todo lo que hacemos en la vida:

  • Cuando conducimos el coche a diario
  • Cuando practicamos un deporte
  • Cuando cambiamos de trabajo
  • Cuando invertimos nuestros ahorros, aun cuando sea en productos financieros conservadores.

En los negocios es igual, el riesgo existe a diario, desde el momento en que la oficina se abre:

  • un cliente se puede perder
  • los ejecutivos claves se pueden ir
  • la fabrica se puede inundar
  • un virus paralizar la economía.

No es que sea obligatorio tener riesgos o llevar nuestro nivel de riesgo al máximo, pero hay que estar dispuesto a convivir con el riesgo y a arriesgar algo para avanzar.

No hacer nada, esperando ver lo que hacen los demás puede darnos una falsa percepción de seguridad y asumir aunque no lo creamos , un riesgo.

“El hombre que pretende ver todo con claridad antes de decidir, nunca decide” (Henri-Frédéric Amiel)

 En tiempos difíciles es muy común y normal que todos busquen seguridad. Pero también es cuando hay moverse para encontrar las oportunidades.

¿Quién iba a decir que el transporte urbano podría ser reconfigurado debido a la aparición de bicicletas y patinetes eléctricos?

No había reglas para definir su circulación en las ciudades.  Ahora SI

Por eso si la opción esperar ver qué hacen otros, teniendo esa falsa percepción de seguridad, es muy probable que cuando lo veamos claro y queramos reaccionar sea demasiado tarde para volver a “conectar” con el mercado.

Es el momento de pensar y actuar estratégicamente no sólo en el corto plazo sino también a medio y largo plazo.  Aprovechar este momento para reflexionar y visualizar: el negocio, el producto, el consumidor, …. con mentalidad abierta y sin ataduras del pasado. Y ACTUAR.

Todos, Compañías y personas debemos seguir avanzando como exploradores, sabiendo que nos vamos a equivocar y vamos a aprender de los errores, hasta conseguir que cada uno identifique el camino hacia su #CUOTA DE FUTURO.

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