Una de las expresiones que más me divierte en los últimos tiempos es la de que nuestros medios de comunicación están colonizados por la izquierda. Afirmación que Cospedal llevó al extremo de la insensatez cuando le dijo a Ana Pastor que TVE estaba teledirigida por la oposición socialista.

Les digo esto por lo de ayer de Pedro Sánchez, el del PSOE, el futuro líder que dice que va a poner a su partido tan a la izquierda como a sus bases. Qué barbaridad, no sé si se corta la coleta o se la deja larga a lo Pablo Iglesias; pero me he imaginado a más de un contertulio de esos que tienen siempre en la boca las palabras España y ETA, echándose las manos a la cabeza porque de nuevo vienen los rusos. Y a fuerza de ensoñación patética, la imagen me ha resultado cuanto menos entrañable.

Así que ya puestos me he ido a ver cómo han recibido en esa prensa estalinista, que al parecer domina la piel de toro, la victoria del guaperas del PSOE. Y miren, miren qué cosas dicen: que era previsible porque es el menos obrero de los candidatos; que es el triunfo de la casta; que es el candidato del PP; que representa a la vieja izquierda… Vaya, parece que ese estalinismo patrio omnipresente muy contento no está. Y una de dos: o se equivoca esa jauría de rojos salvajes que, dicen, domina la opinión pública española; o va a ser que el PSOE no es, precisamente, el coco leninista que organiza el coro del maoísmo político y periodístico español. ¿No les parece?