La actividad del sector manufacturero de China salió del terreno negativo en agosto tras anotarse una lectura de 50,4 puntos frente a los 49,8 enteros del mes previo, según se desprende del informe PMI publicado por Caixin y S&P Global.
Esta última encuesta muestra que los pedidos de exportación se mantuvieron el mes pasado en niveles «moderados» y que cayeron por primera vez en lo que va de año ante las informaciones que apuntan al deterioro de las condiciones externas, si bien la bajada fue mínima. Así, este retroceso de los encargos para exportar augura un debilitamiento de la demanda extranjera de cara al periodo de envío de productos navideños.
No obstante, el estudio, que hace un seguimiento de las pymes industriales chinas, también sugiere que las condiciones del sector mejoraron en agosto tras disminuir las presiones sobre los precios y beneficiarse algunas fábricas de la bajada de los costes de las materias primas. De su lado, los niveles de confianza empresarial escalaron a máximos de tres meses.
«La demanda se recuperó al reanudarse el crecimiento de nuevos pedidos, con una mayor demanda de bienes intermedios. Las exportaciones disminuyeron por primera vez en ocho meses, arrastradas, sobre todo, por el debilitamiento de la demanda de productos de consumo, lo que situó el indicador correspondiente en su nivel más bajo desde noviembre», ha explicado el economista sénior de Caixin Insight Group, Wang Zhe.
La lectura de Caixin contrasta con el resultado de la encuesta de la Oficina Nacional de Estadísticas publicada el sábado, cuyo PMI retrocedió en agosto a 49,1 puntos desde los 49,4 de julio. Esta cifra fue la más baja en seis meses.