La AIReF critica a Montoro su inacción con el déficit

Reducir la deuda pública hasta el 60% costará en torno a dos décadas

El meollo de la cuestión no está en las décimas, sino en la inacción de Hacienda a la hora de aplicar las medidas que se recogen en la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Esta es una de las principales conclusiones de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal) sobre la situación presupuestaria que atraviesa España.

Apenas una semana después de su última comparecencia, José Luis Escrivá, presidente de la institución, pisaba de nuevo la sala Ernest Lluch del Congreso de los Diputados para explicar que «el principal motivo» de haber superado en ocho décimas -hasta el 5%- el objetivo de déficit fijado por Bruselas en 2015 «no es tanto los posibles fallos de diseño en el marco existente, como la falta de aplicación de las herramientas que la normativa pone a disposición de los gobiernos». Escrivá lanzaba así dardos envenenados al titular de Hacienda en funciones, Crisóbal Montoro, criticándole el haber aplicado la política del laisser faire laisser passer hasta que, por imposición, no ha quedado más remedio «no se han interiorizado los beneficios de un ajuste gradual y diseñado internamente frente a uno impuesto desde fuera, precipitado y más traumático».

Así las cosas, las previsiones de la máxima Autoridad Fiscal respecto a la evolución del déficit hasta 2019 es que, partiendo del -4% con el que cerrará 2016, éste se reduzca «medio punto en promedio anual», alcanzando al final del periodo un nominal «en el entorno del -2,5% estructural que, excluyendo el coste de la deuda, nos conduciría a un equilibrio presupuestario en términos primarios».

Eso siempre y cuando se mantengan los vientos de cola, cosa que ocurrirá, aunque con menor fuerza de aquí a 2019 año en el que se «debería haber cerrado la brecha cíclica negativa». Las previsiones de la AIReF con respecto al crecimiento de la economía son de, como mucho, el 2,5% una décima más conservadoras que las anunciadas ayer por el FMI que estimaba un crecimiento para España del 2,6%. Ahora bien, tal y como ha explicado Escrivá, «utilizando la perspectiva de medio plazo no conviene contar con que las tasas de crecimiento superiores al 2% se mantengan en ausencia de cambios».

Es decir, el Gobierno, sea el que sea, se verá obligado a poner en marcha nuevas medidas de consolidación fiscal «un plan a medio plazo con un grado de concreción y credibilidad suficientes» más aún teniendo en cuenta «el muy elevado nivel de deuda pública y la poca convincente historia en disciplina fiscal».

Precisamente en el apartado de deuda pública, Escrivá ha sido contundente «hay que huir de la complacencia». Y es que según los informes de la AIReF reducir la deuda pública a una tasa inferior al 60% del PIB costará en torno a dos décadas. Periodo que podría ser superior en algunas comunidades autónomas en las que el cumplimiento «se podría demorar una década más».

Déficit asimétrico

Otra de las cuestiones que han centrado la comparecencia de Escrivá ha sido la defensa del déficit asimétrico, recomendación casi histórica de la institución a la que por el momento se ha hecho caso omiso. De volverse al anterior sistema se facilitaría a las autonomías alcanzar los objetivos anuales.

Aún así, éstas deben «colaborar» en el objetivo de alcanzar el equilibrio presupuestario. Para ello, además de las siete décimas que se recortarán por las transferencias procedentes de los mecanismos de liquidación autonómica y las dos de las operaciones no recurrentes (one off), deberán cumplir de forma «estricta» la regla de gasto, ajustándolo al 1,8% del PIB potencial.

Respecto a la Administración Central «no parece presentar mucho margen» en su estructura de gasto, siendo sólo el 45% computable a la regla de gasto, incluyéndose en éste el complemento a mínimos, prestaciones de clases pasivas, etc… «que tampoco presentan espacio para el ajuste».

En cuanto al lastre de la Seguridad Social en las cuentas, desde la AIReF consideran que éste podría situarse ligeramente por debajo del 1,5% del PIB en los próximos tres años. Escrivá a alertado, tal y como ya hizo la pasada semana, de que la evolución de los ingresos no será suficiente para paliar el aumento del gasto en pensiones. A ello se añaden la merma de ingresos por intereses debido «al agotamiento del Fondo de Reserva».  Es por ello por lo que se recomiendan «cambios legislativos significativos» para incrementar la caja de las cotizaciones.

Foto: AIReF