La Biblioteca Nacional vuelve a tener estatus de dirección general

– El Patronato será un órgano rector y se creará un comité científico

El Consejo de Ministros aprobó hoy un anteproyecto de Ley reguladora de la Biblioteca Nacional de España (BNE), que refuerza la consideración administrativa de esta institución, devolviéndole la condición de dirección general que tenía hasta 2010, y que otorgará capacidad rectora a su Patronato, hasta ahora un órgano meramente consultivo.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguró que la ley «busca reconocer el papel esencial en la preservación de la cultura española» de la Biblioteca Nacional, «una de las mejores bibliotecas del mundo».´

La BNE actualmente custodia y da acceso a cerca de 30 millones de documentos, entre los que se encuentran los de mayor valor para el patrimonio bibliográfico español. A través de su web se puede acceder a más de 135.000 documentos digitalizados cuyas descargas han superado los 14 millones en los últimos años.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte explicó en un comunicado el objetivo de la ley: «Los cambios que han introducido las nuevas tecnologías en la creación, edición, difusión y acceso a la cultura, han generado nuevas formas de almacenamiento, conservación y transmisión del saber. Esta realidad hace incuestionable la necesidad de dotar a la Biblioteca Nacional de España (BNE) de instrumentos de gestión más eficaces, que permitan reforzar su liderazgo como primera institución bibliotecaria del Estado y centro de referencia internacional de acceso a la información y al conocimiento en español».

Con esta iniciativa legislativa, se devuelve a la BNE el estatus de Dirección General, que había mantenido hasta mayo de 2010, al tiempo que se mantiene su carácter de organismo autónomo adscrito al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Esta naturaleza jurídica tiene como precedente las leyes reguladoras del Museo Nacional del Prado y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Entre las novedades que plantea el texto normativo en relación a los órganos de gobierno, destaca que el Real Patronato, hasta ahora órgano consultivo sin funciones rectoras, pasa a ser un órgano rector colegiado con una implicación directa en el establecimiento de las directrices y actuaciones de la BNE, y velará por su cumplimiento. Además, incorpora la función de realizar una labor activa en la captación de recursos propios y de patrocinio.

El anteproyecto de Ley establece que, una vez promulgado el texto como Ley, en el plazo de un año se apruebe un Estatuto que regule la gestión interna y la estructura orgánica y funcional de la BNE.

En el régimen de ingresos se incluyen los provenientes de actividades propias y de la cesión de espacios. Esta regulación expresa es nueva y contempla como tipos de ingresos los derivados de los precios públicos, las tasas y los ingresos de derecho privado. Se considera como ingresos de derecho privado aquellos que perciba la BNE por la prestación de servicios o la realización de actividades que, de acuerdo con la ley, no tengan naturaleza tributaria, no constituyan precios públicos y no deriven del ejercicio de potestades administrativas.

Cuando sea imprescindible para la consecución de los fines que tiene asignados, la Biblioteca Nacional de España podrá participar en sociedades o fundaciones cuyo objeto sea acorde con sus fines, en los términos establecidos por la legislación vigente y del modo que se determine en su Estatuto.

Para fomentar el impulso del desarrollo cultural, científico y económico de la Biblioteca, se prevé la creación de un Comité Científico con funciones consultivas. Este Comité asesorará en la participación de programas y proyectos de investigación nacionales e internacionales, así como en todos aquellos aspectos relacionados con la generación de contenidos y con proyectos de desarrollo e innovación tecnológica que procuren un mayor conocimiento de las colecciones de la BNE.

Fuente:Servimedia