La tasa de inflación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) registró un avance interanual del 5,8% el pasado mes de marzo, una décima más que en febrero y enero, lo que supone alejarse de la menor subida de los precios desde octubre de 2021, según ha informado el ‘think tank’ de las economías avanzadas.
En el tercer mes de 2024, los alimentos se encarecieron un 4,9%, por debajo de la subida del 5,3% de febrero, mientras que los precios de la energía se adentraron en terreno positivo por primera vez desde abril de 2023 con una lectura del +0,6%. De este modo, la inflación subyacente de la OCDE se mantuvo en marzo sin cambios en el 6,4%.
Entre los países de la organización internacional, la inflación general bajó en 19 Estados miembro, registrándose el mayor descenso mensual en Eslovaquia y el incremento más alto en Turquía, aún por encima del 60%. Por su parte, estuvo por debajo del 2% en siete países de la OCDE.
Después, la inflación cayó en Francia y Alemania hasta su nivel más bajo desde septiembre y mayo de 2021, respectivamente. Por el contrario, aumentó en Italia, donde el descenso de los precios de la energía se ralentizó «considerablemente», y en Estados Unidos, donde la inflación de los alimentos aumentó «ligeramente». De hecho, la subyacente fue la principal responsable de la inflación general en todos los países del G7.
En la zona euro la inflación medida por el Índice Armonizado de Precios de Consumo (HICP, por sus siglas en inglés) retrocedió en marzo hasta el 2,4%, frente al 2,6% de febrero. La inflación de los alimentos disminuyó más de un punto porcentual, situándose en el 2%, lo que permitió a la subyacente bajar por octavo mes consecutivo hasta el 2,9%.