Las elecciones municipales y autonómicas que nos han tocado vivir son en muchos aspectos interesantes y uno en mi opinión que destaca sobre los demás es el aspecto económico.

 Si repasamos los datos económicos de España nos encontramos con que nuestra economía salió de la recesión en el tercer trimestre del 2013, tuvo un crecimiento del PIB del 1,4% el pasado ejercicio y con casi total seguridad superará el 3% a finales de este 2015. En 2014 se crearon aproximadamente 600.000 puestos de trabajo, el poder adquisitivo de los salarios aumenta en un contexto de inflación negativa. Los indicadores de confianza de los consumidores, empresas y los de actividad económica también van en trayectoria alcista. Creo que estos aspectos incluso podrían haber llegado antes con una política fiscal diferente, pero con todo y con eso han llegado

¿Cuál es mi preocupación dependiendo de los resultados electorales que conoceremos en apenas unas horas?

Es evidente por lo que nos marcan todas las encuestas que van a entrar en liza varios partidos de los llamados nuevos, cuyas propuestas no son precisamente nuevas, todo lo contrario. Además en algunos aspectos son propuestas utópicas y que la historia nos enseña que llevan al precipicio y al fracaso a los  países que las practican. Siempre defiendo que un país no está condenado a la riqueza o a la pobreza por siempre, que las políticas económicas  practicadas tienen mucho que ver con la situación de un país y de ahí mi preocupación. Todo lo que hemos avanzado y los datos positivos que nuestra economía ya refleja, no están asegurados. Esos partidos nuevos que van a entrar en estas elecciones municipales y autonómicas, no quieren mojarse del todo. Hacerlo y mostrar demasiado los rostros, podría provocar que se los partieran antes de las elecciones generales, que es a las que de verdad miran algunos.

Esto por tanto puede llevarnos a una ingobernabilidad en muchas autonomías y Ayuntamientos y por tanto que se paren las reformas que desde esas Administraciones se puede y se están haciendo y eso puede suponer que la senda de crecimiento de la economía española se pare. Por no hablar de lo que pueden suponer pactos de gobernabilidad que directamente exijan medidas que lleven de nuevo a España a un estancamiento, como por ejemplo aumentos indiscriminados del gasto público o los impuestos. Esto es lo que a mi principalmente me preocupa, que pongamos en riesgo lo que con muchísimo sudor y esfuerzo de todos los españoles nos ha costado conseguir

Álvaro Lodares

Economista