El valor de las exportaciones de bienes de América Latina y el Caribe se incrementó un 18,8% en 2022, nueve puntos menos que en el mismo período del año anterior, lo que supone una desaceleración del comercio exterior de la región.
Según la última edición de la serie ‘Estimaciones de las tendencias comerciales América Latina y el Caribe, elaborada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), este comportamiento fue causado por el incremento de los precios de exportación, al mismo tiempo que los volúmenes «perdieron vigor» (pasando del 8,9% en 2021 al 6,3% en 2022).
Durante el 2022, los precios de la mayoría de los productos básicos exportados por América Latina y el Caribe aumentaron entre enero y noviembre de 2022, destacando el caso del petróleo (43%), el café (29,1%), la soja (13%) o el azúcar (5,5%).
«Tras una rápida recuperación en 2021, las exportaciones de América Latina y el Caribe entraron en una fase de desaceleración a raíz de una serie de factores globales. Revertir esta tendencia será clave para apuntalar el crecimiento económico de los países de la región», ha expresado el economista principal del Sector de Integración y Comercio del BID y coordinador del estudio, Paolo Giordano.
DESEMPEÑO ALTERNO DE LOS SOCIOS COMERCIALES
En esta desaceleración tuvo un gran peso la situación económica de los países y regiones que más importan desde América Latina. Así, las compras realizadas por China en el mercado latinoamericano fueron las que peor evolucionaron en 2022.
Por su parte, en la Unión Europea las compras a la región registraron un comportamiento más volátil, pero con una clara tendencia hacia la desaceleración. Se estima que en el promedio del año crecieron 21,3%, y como resultado, la relevancia de América Latina como proveedor de las economías europeas aumentó de 1,8% a 1,9%.
Mientras, los envíos a Estados Unidos impulsaron las ventas externas de la región, con un crecimiento estimado del 21,3% en 2022. Consecuentemente América Latina ganó 0,6 puntos porcentuales de participación en las compras totales de la economía norteamericana, que subió de 17,6% a 18,2%.
EL CARIBE, LA REGIÓN QUE MEJOR SE MANTIENE
Por regiones, el Caribe mantuvo en mejor medida el ritmo de las exportaciones, las cuales se incrementaron un 38% en el año, solo 6 puntos menos que en 2021.
Por su parte, las exportaciones de Sudamérica cayeron a la mitad en 2022, con una expansión del 18,2% frente al 36% de 2021. La mejora de los precios de los productos básicos explica la mayor parte del desempeño de esta región, que se benefició del dinamismo del comercio intrarregional pero padeció en mayor medida el enfriamiento de la demanda procedente de China.
Por países, Argentina, Perú o Chile fueron los países con menores crecimientos, a los que suma Paraguay, donde el desempeño fue incluso negativo en términos interanuales (único país junto a Surinam).
MISMA TENDENCIA EN 2023
De cara a 2023, se espera una reducción de la tasa de crecimiento de las exportaciones de la región debido a la tendencia bajista de los precios de los bienes, las consecuencias de la guerra en Ucrania, las políticas monetarias restrictivas para reducir la inflación y la desaceleración del crecimiento global.
Los riesgos «mayores» están asociados con las perspectivas de demanda en los principales socio, destacando el caso de China, cuyas estimaciones de crecimiento son las menores de los últimos treinta años.
A este país se suman otros de los principales socios comerciales, que podrían vivir un escenario de recesión en 2023 y, en consecuencia, tener un impacto en las exportaciones de América Latina.
«En suma, a principios de 2023, a pesar del arrastre de una tasa de crecimiento interanual de las exportaciones relativamente alta, la región se ha instalado en una tendencia de desaceleración destinada a continuar», recoge el informe.