Mazda registró un beneficio neto atribuible a la matriz de 49.814 millones de yenes (310,47 millones de euros) durante el primer trimestre del ejercicio fiscal 2025, un 33,8% más que hace un año, según ha informado el fabricante este martes en un comunicado.

La automovilística nipona entregó entre abril y junio 309.000 vehículos a nivel mundial, en consonancia con las matriculaciones del ejercicio anterior, pero con un cambio en la correlación geográfica de ventas del grupo ya que el fuerte impulso –hasta registrar un récord de entregas– en América del Norte y Europa ha conseguido suplir la caída del volumen del negocio en Japón y China.

La marca admite encontrarse en un mercado cada vez más competitivo donde serán esenciales los descuentos comerciales para que las ventas «progresen como estaba planeado».

En este contexto, las ventas netas consolidadas aumentaron intertrimestralmente un 11% hasta los 1.205,6 billones de yenes (7.520 millones de euros), lo que supone un récord para la compañía japonesa después de que los ingresos de explotación hayan repuntado un 68% con respecto al año anterior hasta los 50.400 millones de yenes (314,18 millones de euros).

Ambas ganancias fueron consecuencia del debilitamiento del yen que compensó el impacto del aumento de los incentivos a las ventas a medida que el grupo también se enfrentan a la crisis provocada por los problemas de las certificaciones en seguridad en Japón que están obligando al fabricante a aplicar «medidas exhaustivas para restablecer la confianza».

Por regiones, la empresa ha registrado un aumento del 6% del volumen de producción por la mejoría del negocio en Europa (un 12% de incremento) y América del Norte (+14%) que compensaron el fuerte desplome del volumen de entregas en Japón (-31%), China (-9%) y el resto de mercados (-10%).

APROVECHAR EL IMPULSO EN OCCIDENTE

Tras estas cuentas trimestrales, Mazda ha confirmado sus objetivos financieros para el ejercicio fiscal 2025 entre los que contempla un incremento del beneficio neto de casi el 28% hasta los 150.000 millones de yenes (935,57 millones de euros) y una mejora de las ventas netas cercana al 11% hasta los 5.350 billones de yenes (33.368 millones de euros).

La compañía esgrime que la mejoría de ingresos en el mercado norteamericano permitirá al grupo destinar parte de ese capital a los progresos en materia de electrificación y creación de valor de la marca gracias a una mejora de la eficiencia.

«Debemos acelerar las actividades de reducción de costes al unísono con los proveedores para mejorar la rentabilidad», ha asegurado la automovilística para añadir que entre los focos de actuación se encuentra la evaluación de los costes en distintas áreas «esenciales» para el crecimiento futuro como la tecnología eléctrica y la gestión de personal.