Bruselas ha tumbado el conocido céntimo sanitario, ese impuesto que se sacaron de la manga las autonomías y el Estado de la nación por puro afán recaudatorio. Se suponía que iría destinado a la sanidad pública, pero desde el Tribunal de Justicia Europeo ha sentenciado de que esto no era real.

Montoro le echa la culpa a Bruselas, pero como tenga que devolver el dinero a los contribuyentes que lo reclamen (con facturas en mano, cosa a veces nada fácil) todo lo ahorrado en los presupuestos destinados en Sanidad que se filigranan desde el Ministerio de Hacienda.

Ya es la segunda vez en poco tiempo que Europa declara una de las medidas españolas ilegales, además a los mandatarios se les avisó de que el impuesto estaba mal creado pero no se escuchó, primero fue Parot, ahora el céntimo sanitario.