Veremos si 1.600 millones de euros son suficientes para el que ya se ha dado en llamar “plan de empleo para ‘ni-nis’”. Me parece a mí que no, porque Zapatero se fumó él solito 13.000 millones en dos planes E y no voy a contarles yo nada de cómo acabó aquello. Así que esto de ahora, a poco me sabe.
Porque además la realidad nos muestra día a día que no hace falta tener educación reglada ni experiencia laboral para labrarse un futuro. Hace falta tener olfato, rodearse de gente capaz y echarle mucha creatividad a tu propia contabilidad, poniendo en positivo lo negativo y prometiendo el oro y el moro aquí o en Nueva York. Si tienes esas nociones claras lo mismo te montas un Gowex que un Bárcenas consulting y pelillos a la mar, ni másteres del universo, ni idiomas, ni llevar pizza a los vecinos del barrio, que no dejan propina y a veces hasta te roban el paquete.
Podrá decirme alguien que qué barbaridad, que si me propongo arruinar el futuro a la juventud española. Lo poco que puede pasar si me lo dice es que me encuentre muerto de la risa en cualquier esquina. El futuro y el presente se lo hemos arruinado ya a esta generación, así que menos lobos, Caperucita. Quizá ganaríamos jóvenes más prometedores si en vez de la engañifa del I+D+i, que no alimenta ni a los ingenieros del Ejército, les quitáramos las migas de pan cuanto antes y les dijéramos la verdad. Que hasta ahora ganan los lobos, y que si quieren ganar, que aúllen y den zarpazos.