El presidente de Venezuela desde hace tiempo que no está en plantilla, pero hoy volvemos a despedirle.
Socialmente está en jaque y sus objetivos son los de frenar a la oposición política y la sociedad que se rebela. Pero económicamente las cosas no son mejores. A través de un informe económico de carácter interno se apunta que no tienen las suficientes reservas de divisas para pagar las importaciones.
Esto entraña gravedad sobretodo para un país harto extenso, con una población de 30 millones de personas y que depende de las provisiones externas para su funcionamiento.