¿Hacia dónde apuntan los dardos en Europa?

El viraje político de Nicolás Sarkozy comienza a ser destacable. La diferencia en intención de voto entre él y su oponente en la presidencia francesa, el socialista François Hollande, continúan siendo amplia (10 puntos por encima) a menos de una semana de la primera cita de Francia con las urnas.

El liderazgo de Hollanda en la mente de los franceses ha provocado que el Sarkozy gaste uno de sus últimos dardos, la crítica a la política del BCE. El presidente francés hace puntería con Draghi a que demanda que apoye el crecimiento económico, una demanda que no se corresponde con los pilares del mandato de un presidente de la institución monetaria, que tiene el deber de mantener la estabilidad de los precios de los países de la eurozona.

Es más, Sarkozy ha abierto un debate en Francia: apoyar la extensión del mandato del BCE, al crecimiento económico. Unas declaraciones que suponen una brecha en la unión franco-alemana. Las palabras del presidente galo chocan de frente con el discurso de la canciller Ángela Merkel.

Mientras, Economía reconoce que la volatilidad continuará

El Gobierno prefiere mirar hacia el norte para argumentar la continua volatilidad a la que se enfrenta nuestra prima de riesgo y la reiterada caída del selectivo español. En una entrevista, el ministre de economía, Luis de Guindos recalca que el ataque al índice de confianza español se debe a factores externos y no a la política económica elaborada por el Ejecutivo.

Luis de Guindos se ha mostrado convencido de que los Presupuestos Generales del  Estado para 2012 están generando confianza, aunque sí ha confirmado que la principal duda a la que se enfrenta el Gobierno es la incertidumbre que mantiene los mercados sobre si conseguiremos cumplir con el objetivo de déficit de las Autonomías.

Lo que si ha descartado con contundencia el titular de Economía, durante una entrevista concedida a El Mundo, es un eventual rescate o intervención sobre nuestro país. Esta afirmación coincide con las conclusiones que desde Bankinter aseguran que el BCE podría intervenir a España si nuestro bono a diez años llega al 7% (hoy avanza por encima del 6%).