Fusiones entre cajas “por amistad”

La reestructuración financiera se está llevando a cabo en todos los niveles. También en el subsector de las cajas rurales está habiendo movimientos, de hecho las entidades más pequeñas buscan aliados para sobrevivir en el complicado panorama financiero. Una de las entidades más pequeñas de España, Caixa Rural Sant Fortunat de Castelldans, ha aprobado por unanimidad fusionarse con las cajas rurales de Burgos, de Segovia y de Fuentepelayo.

Pere Bordell, presidente de la Caja Rural Sant Fortunat de Castelldans, reconoce que la catalana ha elegido a tres cajas castellanas para fusionarse por “amistad”. La localidad es pequeña y las relaciones entre los miembros del consejo rector, los directorios y la presidencia de las cuatro entidades son buenas. Bordell ha declarado que la fusión se iniciaba gracias a la invitación que las cajas rurales castellas le proponían a la catalana y ésta ha visto una oportunidad cumplir con menos dificultad la normativa marcada por el Banco de España. Éste es el principal objetivo de la fusión para la catalana, que según Bordell, “tenía dificultad para cumplir la normativa y ofrecer los servicios a los socios”. Con este nuevo paso la Caja Rural Sant Fortunat obtiene ventajas, “podemos hacer lo que hacíamos y mucho más”, ha reconocido Bordell.

El proceso de reestructuración entre la rural Sant Fortunat de Castelldans y las cajas rurales de Burgos, Segovia, y de Fuentepelayo está muy avanzado ya que se ha dado el último paso de la fusión, celebrando la Asamblea General con todos los socios que fue aprobada por unanimidad el pasado domingo. A la espera de los trámites de inscripciones se preparan para fusionarse como una nueva caja a partir de julio.

Desde la entidad más pequeña de España, su presidente ha analizado la reestructuración del sistema financiero que podría estar llegando a su fase final en nuestro país y duda de que todas las consecuencias sean positivas. A su juicio podría "no ser bueno  crear bancos y cajas grandes" porque el cliente perdería servicios al suprimir la competencia. Respecto a esta situación ha añadido que las pequeñas cajas son “cercanas al pueblo” y acabarán perdiéndose, algo que, a su juicio, no es bueno por el papel que los pequeños jugaban en la población rural. “Ayudábamos mucho al pequeño empresario y al agricultor”, ha subrayado.
 
FUNCIONAMIENTO DE LAS CAJAS RURALES

Pere Bordell ha anunciado que en su caja rural no han padecido de morosidad y que se “siguen dando créditos” porque tienen un funcionamiento muy diferente. En este sentido, ha dejado claro que la cercanía entre la población de un pequeño pueblo facilita las cosas. “Nuestra morosidad es baja porque a veces para no pasar vergüenza de que el pueblo sepa que no puedes devolver el crédito, la gente se lo piensa dos veces”, ha explicado Bordell.

Con la fusión, Bordell espera no perder la cercanía con sus clientes, incluso prevé que no perderán libertad de acción, porque la oficina quedará “en el mismo sitio y los trabajadores serán los mismos”. “El socio no se dará cuenta de la fusión que hemos llevado a cabo, porque los poderes que mantendrán los directivos de la oficina serán incluso mayores”, ha destacado.

El presidente de una de las cajas más pequeñas de España, Caixa Rural Sant Fortunat de Castelldans, ha explicado que el funcionamiento de las cajas es muy diferente al de los bancos. A su parecer la banca funciona “más como una empresa” porque busca “hacer beneficios e ir a lo seguro”, mientras que las cajas “están compuestas por socios, todos se conocen y el trato es diferente”.