La larga noche de reuniones ha dado sus frutos. Grecia ha cerrado el acuerdo con la troika – UE, BCE y FMI – y recibirá el ansiado nuevo préstamo de 130.000 millones de euros y el plan para reestructurar del 70% de su deuda. El principal escollo de las negociaciones, la negativa a bajar las pensiones mínimas, habría sido aceptada por el Gobierno de unidad, que no obstante, se enfrenta a nuevas jornada de huelga convocadas por los sindicatos.

La decisión ha sido muy bien acogida por el Eurogrupo – hoy ha tenido lugar la reunión extraordinaria de ministros de Economía de la eurozona – que no ha dejado de recordar a la península helena que la cuenta atrás se agotaba – antes de recibir la noticia de la firma del acuerdo.

A pesar de que aún se desconocen los términos concretos del acuerdo, el borrador filtrado incluye alguna de estas medidas: los salarios mínimos se reducirán en hasta un 22% para la mayoría de los asalariados, y hasta un 35% para los jóvenes.

Por otro lado, Grecia también reducirá su sector público en 150.000 trabajadores hacia 2015, y rebajará los beneficios de pensiones suplementarias que se pagan a los jubilados.

El acuerdo también afecta a los gastos farmacéuticos, que sufrirán recortes del 0,4% del PIB. A cambio de todo ello, Grecia podrá obtener un  nuevo paquete de rescate por 130.000 millones de euros fr lsa UE y el Fondo Monetario Internacional, para sortear la situación de quiebra.