Addecco: Los contratos parciales son un foco que habría que explotar más

Presentaban ustedes un estudio la semana pasada que señalaba entres sus conclusiones que una persona con estudios tiene menos posibilidades de pasar a engordar las listas del paro, y que el desempleo se ceba con los menos cualificados.¿Los estudios, la formación, son la mejor receta contra el paro?

Sí, es una de las mejores recetas, aunque no sé si la única. Pero tan importante la formación, como saber en qué formarse. Ya no es una cuestión tan cuantitativa, el formarse por formarse, sino combinarlo con una buena orientación para saber las necesidades del futuro y conocer lo que el mercado va a demandar.

Muchos jóvenes han optado por irse fuera ante la falta de empleo en nuestro país. Jóvenes en muchos casos con estudios, con un alto nivel de cualificación. ¿Cómo valoran desde Adecco este éxodo de jóvenes?¿Estamos ante el riesgo de perder una generación?

La tasa de desempleo juvenil en España bate récords mundiales, está por encima del 50%, y es normal que la gente joven se plantee buscar opciones en otros lugares. En muchos casos, nosotros ayudamos a estos colectivos a buscar ese empleo fuera. También les ayudamos a su acogida allí y su formación. Para muchos no será la mejor opción, pero no deja de ser una opción y hay que aprovecharla. En cuanto a si esto pasará factura a nuestro tejido productivo, prefiero ver el vaso medio lleno. A lo mejor el hecho de que muchos jóvenes preparados se vayan fuera, si podemos reconstruir el país y hacer que vuelvan, esa experiencia internacional podrá ser beneficiosa. Quiero verlo con esa perspectiva positiva. No nos podemos permitir una generación perdida. Tenemos que ser más valientes y más imaginativos. Los jóvenes son el principal activo que tenemos.

¿Qué perspectivas para el empleo manejan en Adecco de cara a este año?

Las previsiones que nosotros manejamos es que llegamos a una cifra de un 26%, lo que supondrá rondar las seis millones de personas que quieren trabajar y no pueden . Pero hablar de números es artificial porque es un drama absoluto. El primer semestre va a ser malo. Los impactos en el sector de la banca van a incrementar las cifras de desempleo. La volatibilidad es alta y mientras, tenemos que seguir haciendo nuestros deberes, controlar el déficit, seguir con los ajustes de los costes laborales… Si seguimos por este camino, a final de año se empiece ver todo de otro color.

Hoy el vicepresidente de CEOE, Jesús Terciado, ha pedido que se flexibilicen los contratos para jóvenes en lugar de bonificarlos porque es lo que necesitan los empresarios para contrato. ¿Qué le parece esta propuesta?¿Tenemos un mercado laboral muy rígido?

Nosotros trabajamos en todos los países de la UE y llevamos mucho tiempo trabajando en lo que llamamos la flexiseguridad. Es decir, máxima flexibilidad en las empresas y complementarlo con una cobertura de Seguridad Social adecuada. Está demostrado que avanzar en términos de flexibilidad produce mucho más empleo que en término de subvención que suele ir unido a una situación conyuntural.

Otra de las propuestas fueron los famosos de minijobs y fomentar los contratos a tiempo parcial para acabar con el paro juvenil. ¿Qué le parecen estas medidas?

Los minijobs no creo que sea la fórmula más adecuada para España. Para Alemania tiene su impacto, pero son mercados muy diferentes. Es un sistema muy apropiado para aquel mercado pero también requiere muchos recursos públicos y no sé si es el mejor modelo ahora para España. Ya hay una corrección de salarios, por lo que optaría por una simplificación en la contratación y en la cotización y en incentivos fiscales. En los contratos a tiempo parcial sí estoy de acuerdo, estamos distantes a los ratios de este tipo de contratación versus otros países. Es un foco que habría que explorar más, haciéndoselo más atractivo al empresario.

Ayer desde Anged se apostó por bajar salarios, también desde la patronal la semana pasada. ¿Bajar salarios puede crear empleo?

Se da la circunstancia de que antes de la reforma laboral, España era de los pocos países de detrayéndose el PIB, incrementaba los salarios y eso provocaba una espiral inflacionista que lastraba a la productividad y la competitividad de las empresas. Lo que está pasando es que muchos sectores están queriendo vincular sus actualizaciones salariales a otras variables que no sean el clásico IPC, que les permita mantener el empleo.