La entidad que preside Francisco González lanza el reclamo: “emisión de bonos convertibles”, una operación en la que según la nota que BBVA ha remitido a la CNMV y a la Prensa, la entidad destaca que "los clientes tenedores de las acciones preferentes distribuidas, tienen la oportunidad de sustituir sus participaciones al 100% de su valor nominal por bonos obligatoriamente convertibles en acciones”. Lo cierto es que detrás de todo esto se encuentra un objetivo que no afirma el banco a primera vista: Un intento , a la desesperada, de cumplir con las exigencia de capital de la EBA.
A simple vista el anuncio emitido por el BBVA, en el que anuncia una “emisión de bonos convertibles en acciones” parece una acción habitual, sin embargo no lo es; detrás de esa maniobra se encuentran dos ampliaciones de capital con plazo fijo por importe de 3.475 millones de euros. Es decir, BBVA se ha visto obligado a consumir recursos con el fin de pagar un altísimo interés – el 6,5% anual – al tiempo que deberá abonar los dividendos de las nuevas acciones necesarias para garantizar la conversión.
La maniobra del BBVA para transformar un 'premio a los accionistas' en su salvación en Europa
Según las normas de la Autoridad Bancaria Europa, las acciones denominadas preferentes dejarán de computar como "capital core" en 2012, es decir, ese anuncio por parte del BBVA es – a primera vista – inútil.
Lo que se esconde Francisco González bajo la manga es un maniobra magistral para convertir esas acciones 'inútiles' en acciones 'que computen. Para ello la entidad tiene previsto seguir dos pasos:
1. Convertirlas primero en bonos mediante el gancho de una alta rentabilidad inicial (6,5% anual).
2. Pasados seis meses, transformarlas en acciones, un segundo paso que conlleva aún más riesgo, ya que se aplaza hasta junio de 2013.
Su competidor, el Santander, tira de desinversión
El Banco Santander ha anunciado que iniciará una oferta secundaria de acciones de su filial en Chile. Con ella, se desprenderá del 7,8% del capital de su filial. Su objetivo, es también bastante claro, no es otro que reunir el capital suficiente como para cumplir con Bruselas.
No es la primera vez que Santander recurre a este tipo de movimientos. Ya en octubre de 2009 recurría a la venta de parte de sus acciones de su filial en Brasil obteniendo unos 1430millones de euros en plusvalías. La oferta supone poner en circulación más de 14.700 millones de acciones, un 7,8% del capital de la filial chilena.