Durante los nueve primeros meses, el beneficio neto se sitúa en 118,4 millones de euros, con un incremento del 1,6% sobre el mismo período de 2010. Sin tener en cuenta el efecto de las partidas extraordinarias dotadas en el segundo trimestre de ambos ejercicios el resultado mejoró un 4,7% el alcanzado en el ejercicio anterior. Los ingresos del tercer trimestre han aumentado un 16% hasta alcanzar 82,8 millones de euros, mientras que los acumulados en los nueve meses del ejercicio alcanzan los 244,5 millones de euros, similares a los registrados en el mismo período de 2010 (-0,1%). Sin el cómputo de extraordinarios, los ingresos obtenidos hasta septiembre superaron en un 2,5% los registrados en el ejercicio anterior.
Según la compañía, el tercer trimestre ha estado marcado por una fuerte volatilidad, consecuencia de la incertidumbre derivada del debate sobre la situación económica y la necesidad de rescate de determinados países de la eurozona, recapitalización de la banca y crisis de deuda soberana. Los efectos de esta situación se han trasladado en volúmenes al mercado, contrarrestando la corrección generalizada de precios, el componente estacional de la contratación en el periodo estival y el efecto negativo que sobre los volúmenes de contratación está produciendo la limitación sobre posiciones cortas.
El EBITDA del tercer trimestre alcanza los 58,4 millones de euros, con un incremento del 22,9%
sobre el mismo trimestre del pasado año