La bola de cristal del FMI

Mariano Rajoy  ha defendido las políticas de austeridad como las que ha puesto en marcha su gabinete en los últimos meses aunque también ha apostado por la necesidad de reformas que impulsen el creicmiento y por tanto la creación de empleo. Es lo que necesita España y si no, lo recordaremos mañana con la temida EPA. El presidente lo sabe aunque existan todavía algunas economías en Europa que quieran dejar este último aspecto de lado en favor de la consolidación fiscal. Alemania in extremis ha dado su brazo a torcer y en uno de los puntos del tratado de consolidación fiscal, firmado por todas las grandes economías del euro, al menos aparece la palabra crecimiento, por algo se empieza. El crecimiento y su vuelta es el aire que necesita la economía española a la que siguen castigando los mercados, incluso con severos ajustes de por medio, y a la que nadie augura buenas cifras en los dos próximos años. Los ultimos en vaticinar escalofriantes cifras de PIB y de paro…los expertos de la Fundación de Cajas de Ahorro, sin olvidarnos de las agoreras proyecciones del FMI para nuestra banca. Afortunadamente siempre nos quedará el consuelo de que las proyecciones del Fondo aciertan menos que una escopeta de feria. El FMI admitió que no supo manejar la crisis de Asia, se equivocó con Argentina en 2010, con Venezuela en 2007, con México ya en la década de los 80 sin olvidarnos de sus erróneas predicciones sobre la crisis que hoy soportamos y  a la que no se supo anticipar. Por el bien de todos, un error más lo daremos por bueno.