Carreteras a la quiebra

Hoy vamos a conocer los Presupuestos del Reino  Unido para el próximo año. Van a ser unas cuentas, según se anuncia, propias de los tiempos de crisis en los que vivimos. Y en ellas el Premier Británico, David Cameron, podría anunciar su intención de privatizar buena parte de las carreteras que se construyan en el futuro en el país. Un intento por optimizar los recursos y fomentar la participación público-privada en momentos en los que el dinero público escasea.

Un modelo que se ha intentado seguir también en España. El de los peajes, que ahora está dando quebraderos de cabeza a concesionarias, autonomías y ministerio de Fomento. La falta de evaluaciones realistas, ha llevado a construir carreteras donde no pasan ni la mitad de los coches estimados. Y ahora, con las pérdidas en la mano, viene el tiempo del crujir de dientes. La ministra Pastor anuncia medidas para ayudar a estas empresas, y no scerta llegado el momento nacionalizar aquellas que sean necesarias.

Sin embargo, éste debería ser el último recurso. El erario público escasea, y debe invertir realmente en aquellas infraestructuras que sean rentables y beneficiosas para los ciudadanos. No es momento de gastos inútiles, que sólo sirvan para cuadrar cuentas de empresas privadas que, en su apuesta al negro, han visto de repente el rojo.