España pierde apoyos

La expropiación de YPF llega hoy al Parlamento Europeo. Allí se debatirá una resolución en defensa de los intereses europeos en el extranjero. Pero parece que se quedará en eso, en una mera resolución, ya que parece que el Gobierno se ha quedado solo en la defensa de Repsol. La Comisión Europea ha actuado con menos intensidad de la esperada, y parece que tampoco se podrá contar con los 27 a la hora de buscar sanciones contra Argentina.

Tampoco Estados Unidos ha sido todo lo contundente que se esperaba. No es para menos, habida cuenta de que algunas de sus petroleras tienen intereses en Argentina. Y ya no sólo eso, es que puede beneficiarse de esta expropiación. Se demuestra, por tanto, que España ha perdido fuerza e influencia internacional como consecuencia de la crisis. Una pérdida, sobre todo, de credibilidad que volverá a costar retomar en los próximos años.

El Gobierno se queda sólo en las sanciones a Argentina: suprimir la llegada de la soja y la carne a España, así como priorizar el biodiesel europeo. Y se queda también al albur de ser golpeado en otras empresas. No ya sólo en Argentina, en cualquier otro país donde la seguridad jurídica no sea la adecuada. Se abre, por tanto, un precedente importante que puede tener consecuencias muy graves si no se adopta la respuesta más adecuada.