Presión fiscal y economía sumergida, una relación directa

La cuestión está en relación directa con un artículo que escribí para este mismo medio, “Los verdaderos motivos de por qué hay economía sumergida”, con fecha 29 de Mayo.

En ese artículo desarrollaba unas pocas ideas en relación a los motivos de la existencia de economía sumergida en nuestro país, destacando tres:

1.La elevada presión fiscal.
2.La baja productividad general de nuestro tejido productivo.
3.El nefasto ejemplo que supone la elevada corrupción política.

El lector puede ir a ese enlace si está interesado en los diversos puntos, pero en este artículo me gustaría centrarme en la elevada presión fiscal y relacionar mis ideas con el artículo publicado por El Mundo a raíz de este de Freemarket bajo el título “Política Fiscal: un impuesto para la recuperación”:

Frente a las declaraciones de nuestros estimados políticos referentes a la baja tributación que se produce en España en comparación con otros países de la Unión Europea, tristemente lo relacionan con una hipotética baja presión fiscal derivada de unos supuestos tipos impositivos menores a nuestros socios comunitarios. Y eso es falso como se puede ver en el cuadro adjunto.

Independientemente de la elevada presión fiscal sobre nuestras empresas, objeto de otro próximo post, lo cierto es que el cuadro que nos ofrece esa publicación es muy interesante, con fuente de Eurostat, y que adjunto.

El gráfico demuestra de forma muy clara mi idea plasmada en el post de Diario Financiero: nuestro sistema fiscal tiene unos tipos impositivos más elevados que nuestros socios en general y muy particularmente en los tramos bajos o medios del rango de ingresos, por lo que nuestro sistema lamentablemente penaliza a las clases bajas y especialmente las medias, con lo que ello significa de empeoramiento sobre el consumo y por tanto sobre el nivel de actividad y de empleo de nuestra economía.
Con horror contemplamos que para el tramo hasta 10.000 euros, nuestro tipo impositivo se sitúa en el 24,75%, frente al 0,00% de Alemania y Reino Unido y el 5,50 de Francia. Para el tramo de 20.000 a 30.000 euros, justo el tramo donde se encuentra la renta media española y donde estaría la mayoría de los contribuyentes, nuestro tipo impositivo se sitúa en el 30,00% frente al 25,00 de Alemania, el 14,00 de Francia, 20,00 de Reino Unido.

Para el resto de los tramos, nuestro país tiene unos tipos también superiores a la de otros países del entorno.

Respecto a la segunda parte del gráfico donde se relaciona los ingresos por IRPF en porcentaje del PIB nos encontramos con que, a pesar de tener los tipos más altos, somos el país que menos recaudación fiscal consigue. ¿Por qué motivo? Básicamente porque la presión fiscal sobre las rentas es tan insoportable que es cada vez más interesante trabajar dentro de la economía sumergida total o parcialmente. Cada vez más interesante, o cada vez más imprescindible como forma de mera supervivencia.

También hay un segundo e importante motivo: la renta media de los españoles es sustancialmente inferior que la de los países con las que se compara. Aún con tipos impositivos mayores en los tramos inferiores y medios, ese porcentaje superior no es suficiente para que los ingresos fiscales sean similares a los de estos otros países.

 

Me temo que tal como está establecida nuestra política fiscal, ésta lo único que está consiguiendo es hacernos profundizar más en la crisis y ayudar a que muchas empresas dejen de ser competitivas con la consiguiente paralización e incremento del desempleo.

Manuel Caraballo Callero
Economista